Es llamativo que la saga de Terminator haya mantenido una constante dignidad conforme pasan los años, y que no se haya perdido aún habiendo llegado a su cuarta entrega. No tanta suerte corrieron unas cuantas películas mainstream que fueron revisitadas paralelamente como Aliens, Depredador, Indiana Jones o Arma mortal, y que fueron devaluándose hasta tocar niveles subterráneos. Esta cuarta película surge veinticinco años después (!) de la primera Terminator, y acierta en no repetir otra vez la estructura narrativa que caracterizó a las entregas precedentes. Ya no tenemos a un par de enviados del futuro, bueno y malo que llegan con misiones relativas a una guerra futurista entre humanos y máquinas, sino que la acción ya se sitúa de lleno en ese mundo posapocalíptico que se había visto en pequeños flashes. Ya estamos en medio de una atroz contienda donde los últimos restos de la humanidad luchan a brazo partido por su supervivencia.
Así la película cubre lo que todo fanático quiere ver: mucha acción, una trama atrayente y tensa, y cierta coherencia interna y respeto por los lineamientos impuestos. Las escenas de acción no apelan al montaje atropellado y berreta que tanto se utiliza en Hollywood -en Transformers por ejemplo era imposible saber qué cuernos estaba ocurriendo- en todo momento se entiende bien como se compone el dinamismo en cuestión y la cámara siempre propone una cercanía con el personaje implicado, lo que facilita el involucramiento. Existen variaciones sumamente atractivas de nuevos androides, como las motos terminators, los hidrobots o un gigante metálico acéfalo, y cada uno de ellos tiene su lugar en la trama. Tampoco es menor que no haya una flagrante devaluación de la figura del terminator: a pesar de ser varios los que aparecen, siguen siendo durísimos de matar, y no se liquidan por decenas como ocurría con los aliens en sus últimas apariciones cinematográficas.
Incluso se ha respetado el espíritu de las anteriores obras, y abundan los guiños y las referencias ocultas. Como en Terminator 2 se juega con la incerteza de saber quién es el malo, y es una duda que se mantiene durante buena parte del metraje, lo que mantiene la expectativa durante todo ese tiempo. Es cierto que en comparación con la primer mitad el desenlace decae bastante, y deja asomar unas cuantas fallas y huecos de guión: (el que no haya visto la película puede dejar de leer por aquí), cerca del final nos damos cuenta de que a un personaje los robots no le hacen daño porque es también uno de ellos, pero al comienzo sí lo habían atacado; una supuesta explosión nuclear apenas causa el destrozo que harían unos cartuchos de dinamita; un transplante de corazón se lleva a cabo como si nada y sin chequearse la compatibilidad del donante.
Lejos de aquellas gloriosas dos primeras entregas, Terminator: la salvación mantiene el nivel de su precedente, y ofrece sus buenas dosis de acción, intriga y maquinaria pesada. Vista más en frío podrá decirse que tampoco es la gran cosa, pero afortunadamente cumple bien su cometido.
Publicado en Brecha 12/6/2009
¡Fría! Fría como la cara de Bale y toda su interpretación, como toda la última parte (que no le interesa a nadie), como la banda sonora (de un Elfman desconocido) y como cada una de las secuencias de acción, que ahora parecen ser geniales sólo por el hecho de que se entiendan (?).
ResponderEliminarSaludos!
Sí, lo confieso... ¡La he visto!... El comentario me lo reservo para otro día...
ResponderEliminarJejejejjej sabía que a pocos le iba a gustar. En internet las críticas son casi todas negativas. Lo cierto es que a mi me entretuvo bastante bien, y no la encontré tan fría. McG me parece un tipo bastante limitado, pero me da la impresión de que se divirtió filmando esto y esa energía, para mi caso, resultó contagiosa.
ResponderEliminarLe pondría un 6/10. Abrazo!
Le confieso, mi estimado Faraway, que luego de leer su comentario acudí a ver esta nueva entrega de "Terminator" presa de una cierta inquietud. Ya el nombre de McG (director de los desastres protagonizados por "Los Ángeles de Chralie") daba para echarse a temblar... y resulta que Ud. en vez de bailarle un malambo encima, me informa que la película se lleva un 6/10... "Algo anda mal aquí", pensé.
ResponderEliminarPero, nobleza obliga, luego de presenciar el film, no puedo menos que coincidir con su valoración. "Terminator: Salvation" es ni más ni menos que un digno cuarto capítulo de la historia cuyos inicios presenciáramos en los ya lejanos años '80 del siglo XX. ¿Es fría? Sí, un poco, como inevitablemente lo ha de ser - se me ocurre - cualquier película cuyo principal recurso visual lo constituyen las "máquinas". ¿Christian Bale? Se ha ganado con honores el apodo afectuoso de "Cara de Banco" que le otorgara mi viejo compinche Fígaro. ¿La historia? Tiene algunos baches en los que cómodamente cabría el Gran Cañón... Pero así y todo, si nos resolvemos a entrar en el juego, TS tiene sus aciertos. Que son precisamente los que Ud. señala en su artículo y que en definitiva, "salvan" la película.
Concuerdo con Ud. en que el "producto final" está por lo menos dentro de los estándares de la serie, adaptados al siglo XXI y a la "magia" digital - que en la época del primer "Terminator" parecía tan utópica como el triunfo de John Connor... Dicho sea de paso, la película deja algunas cosas agarradas con piolines... casi como para esperar una quinta entrega, ¿no?
Saludos ;)
FARAWAY:
ResponderEliminarNo he visto las entregas anteriores de Terminator. Pero la verdad es que me ha motivado a hacerlo. Y con esto no digo que la película sea buena, sino que como dices tú: "cumple su cometido".
La temática no es nueva, al menos para mí. Por un momento pensé que estaba viendo Matrix o Gosth in the shell y muchas más.
Christian Bale, como las últimas películas que está realizando, cae en su interpretación. Otros personajes están mejor que él, lo sobrepasan. Me decepcionó como en Batman. Creo que se hubiese quedado solo con American Pyscho.
La película puede destacar por los efectos visuales que hay. Eso sí me gusto. Desde la primera parte. Pero como también dices, tú: decae.
Lo que me llamó la atención fue ver a Arnold computarizado al 100 % jaja.
Saludos, JESUS JARA G.
Y...
ResponderEliminarEn realidad coincido con Faraway.
A mi me entretuvo y hasta me gustó.
Es un digno producto de la serie y está excelente desde el punto de vista de como operaría una IA enfrentada a ese problema.
Por lo demás, yo le diría que no sea tan duro con Arma Mortal 4 que ya que haya llegado a la 4 es grande.
Las arma mortal evolucionan, a mi modesto entender.
Las Indiana Jones fueron "perpetradas" por la última.
Cerrando con T4:
Igual cara de banco Bale no deja mucho más. El personaje de Marcus es mucho más fuerte, no? La esposa de Connor completamente prescindible.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLonnie, me alegro que al menos algún lector me haga caso, y bueno, si encima la peli le gusta, me alegro doblemente.
ResponderEliminarEl final es de lejos lo más flojo, con ese final de amable donante heroico, no era necesario. ¿Quinta parte? Dala por hecha, ya está anunciada para el 2011.
Jesus, Terminator 1 y 2 son buenísimas, pero más que nada la segunda, un clásico ineludible. Es un muy buen apunte lo que decís de la conexión con Matrix, con esos androides metálicos repletos de tentáculos y las persecuciones callejeras.
Figaro uff... de Arma mortal 4 sólo me acuerdo de una pelea final muy mal coreografiada de ambos protagonistas contra Jet Li. Cuando la vi me pareció una manera muy triste de desaprovechar su talento...
Indiana Jones siempre me pareció una saga maravillosa. Eso hasta el año pasado, claro. Mejor ni hablo al respecto porque me caliento.
Totalmente de acuerdo con que en T4 la verdadera estrella es Marcus, un fenómeno.
Ahora tenés que ir a ver Star Trek!! Un abrazo.
Nos fuimos con Looney a verla... y ...
ResponderEliminarBueno, dejé mi opinión en el blog del Caballero Oscuro, (o sea la personalidad secreta de Looney Díaz), ;-) en MVD.
http://blogs.montevideo.com.uy/blognoticia_27026_1.html
Salu2
C
P.D: Igual no me dé mucha bola que yo escribo de ciencia porque de cine soy un simple amateur, en el sentido portugués del término, un "amador" del cine...