Manual de lo mismo
Un notable artículo publicado en una página web advierte sobre un libro que prácticamente ha poseído a los guionistas de Hollywood, marcándoles con señales específicas las pautas a seguir para concebir un libreto exitoso. Lo que podría haber sido visto como una estructura posible, acabó convirtiéndose en plaga.
Viendo sin mayor detenimiento algunos tanques hollywoodenses actuales podemos llegar a la conclusión de que hay cánones que se repiten, lugares comunes revisitados hasta el atiborramiento, similitudes entre personajes, situaciones, historias y anécdotas, giros de guión manidos que se ven venir desde leguas. El héroe ante la encrucijada, la victoria temporaria que sólo hace que los villanos se fortalezcan y vuelvan a atacar, el mentor que se contrapone al protagonista aportando momentos de distensión y simpatía, la sensación final de que todo está perdido, la irrupción final de una esperanza y del héroe recompuesto. De muchísimos casos se desprende la sensación de creatividad limitada o nula, por no hablar de simple y llana estafa. Pero lo que muchos desconocíamos es que existe realmente una fórmula muy específica, un manual, una meticulosa y precisa serie de pasos para construir un guión exitoso, a la que se ha echado mano una y otra vez en los últimos años. Un artículo de la página web www.slate.com da a conocer un manual de estudio y uso corriente entre guionistas del mainstream, explicando la forma en que de él se nutren buena parte de las superproducciones, distribuidas a lo largo y ancho del mundo.
Save the Cat! The Last Book on Screenwriting You’ll Ever Need es el manual de Blake Snyder, exitoso guionista que se desempeñó libretando series y películas para la Disney. En él, echó abajo la estructura en tres partes que ha dominado la escena cinematográfica mainstream desde los años 70 en adelante, y la sustituye por 15 sucesos clave, “pulsos” descritos casi en detalle y desplegados minuciosamente, a los cuales se les atribuye un momento específico en la historia. Esta lista de pulsos fue pensada para un guión estándar de 110 páginas, por lo que a cada página le podría corresponder perfectamente un minuto de película. Así, si el manual sugiere incorporar un tipo de escena en la página uno, estaría diciendo que en el minuto uno de película debería de aparecer este tipo de introducción.
Snyder murió en el año 2009, pero no sin antes haber difundido su “método” en talleres y seminarios para guionistas a lo largo del mundo, e incluso desarrolló un software, una aplicación para el programa de redacción de guiones cinematográficos Final Draft, por la cual facilitó las pautas a seguir durante el proceso de escritura. Su libro fue un éxito y tuvo 14 reediciones. A pesar de que Snyder expuso su lista como una “estructura” y no como una fórmula a seguir, puede decirse que hoy ella ha sido absolutamente asimilada por la industria para la concepción de sus guiones.
Tan claras son las instrucciones a seguir, tan elocuentes sobre la clase de cine que nos domina, que aquí optamos por extendernos en cada uno de los quince pasos de la lista. Se advierte al lector que quizá luego de asimilarlos sea difícil incorporarse frente a una superproducción hollywoodense con la “ingenuidad” de antes, por lo que quien quiera disfrutar sin más de una película sin reparar en estructuras narrativas y en reglas, quizá debería abstenerse de leer las líneas que siguen. Estos quince pasos Snyder los amplió y subdividió en cuarenta, pero este simple acercamiento lleva a comprender el estilo y la idea general.
- Imagen de apertura (minuto 1). Se marca el tono de la historia y es sugerido el problema primario del protagonista.
- El tema es declarado (minuto 5). Una interrogante o una declaración, a menudo dirigidas al protagonista, indican la temática central.
- Configuración (minutos 1 a 10). Se presentan los personajes principales y el trasfondo general. Aquí el autor sugiere que el protagonista haga algo bueno como, por ejemplo, salvar un gato para ganarse la simpatía del espectador; de este ejemplo surge el título del libro.
- Catalizador (minuto 12). Un evento extraordinario que cambia la vida del protagonista y pone a la historia en movimiento.
- Debate (minutos 12 a 25). Una interrogante es planteada sobre la decisión que deberá tomar el protagonista. Usualmente se presentan aquí las etapas de su camino a seguir.
- Irrupción al acto II (minutos 25 al 30). El héroe abandona definitivamente su mundo conocido y entra a otro, extraño y novedoso.
- Subtrama (minuto 30). Una trama secundaria que a menudo da forma a un personaje (frecuentemente un objeto de amor, o un mentor) que asiste al principal en su viaje.
- Diversión y juegos (minutos 30 al 55). Un momento light en la narración, un tramo de distensión que explora el concepto central y que aporta momentos de simpatía, ideales para colocar en los trailers. Normalmente anticipa una gran victoria en el "punto medio".
- Punto medio (minuto 55). La trama y la subtrama se cruzan. Se construye una falsa victoria o, menos frecuentemente, una falsa derrota. Se revela nueva información que aumenta las expectativas.
- Los malos circundan (minuto 55-75). Después de la victoria en el punto medio, las cosas empeoran gravemente, y los villanos se reagrupan y avanzan.
- Todo está perdido (minuto 75). Reflejando el Punto medio, por lo general se trata de una falsa derrota. El héroe es invadido por una sensación de fracaso. Por lo general hay un suceso trágico, una muerte importante, o una referencia a la muerte o a la mortalidad.
- Noche oscura del alma (minutos 75 a 85). Un momento de contemplación en la que el héroe considera lo lejos que ha llegado y todo lo que aprendió. Es el momento en que se pregunta: "¿por qué ocurre todo esto?".
- Irrupción al acto III (minuto 85). Un momento “¡Eureka!” un giro sorpresivo que proporciona al héroe la fuerza necesaria para recomponerse y salir adelante.
- Finale (minutos 85 a 110). Basándose en todo lo que ha aprendido a lo largo de la historia, el héroe resuelve sus problemas, vence a los villanos, salva el día y cambia el mundo para mejor.
- Imagen final (minuto 110). Un espejo de la Imagen de apertura que pone de relieve las lecciones aprendidas y muestra cómo ha cambiado el mundo.
Visto así, podrá parecer que películas sustentadas en esta estructura son de una superficialidad mayúscula. Pero lo cierto es que se trata de una fórmula que trasciende los géneros (películas aparentemente disímiles como El gran Gatsby y Oz, el poderoso se inscriben con facilidad) y desde las más irrelevantes (Jack el cazagigantes, Fuerza antigángster) a las más memorables de Hollywood se ciñen en mayor o menor medida a estos parámetros. Hablando de películas exitosas y bien recibidas por la crítica: Argo, Toy Story 3, El discurso del rey, Kung fu panda, Batman. El caballero de la noche, Los vengadores son todas analizables punto por punto. Viendo estos ejemplos, no debe pensarse que de por sí el conjunto de pasos a seguir sea algo nefasto, sino una suerte de molde del que podrían sacarse resultados infinitos según el material de relleno.
La pregunta es cuánto más podrá durar en la gran pantalla una estructura tan recargada de dudas existenciales, de héroes excepcionales envueltos en circunstancias excepcionales, de malos con mucho poder que se repliegan y contraatacan, de “sorpresas” articuladas cronométricamente. Como se sabe, Hollywood marca la cancha y determina las formas del espectáculo, moldeando la percepción y los gustos. Y tanto es así, que a muchos espectadores es difícil sacarlos de un esquema narrativo de este tipo. Conviene comprender entonces que las formas dominantes de concebir el arte parecerían ser, lamentablemente, cada día más acotadas.
Publicado en Brecha el 28/8/2013