sábado, 15 de marzo de 2008

Honor de caballería (Honor de cavalleria, Albert Serra, 2006)

Por dios no la vean


Algunos sectores de la crítica mundial vienen encumbrando a Honor de caballería como una obra a contracorriente, arriesgada, valiente. Cahiers du cinema la eligió como una de las 10 películas del año 2007, (el puesto número 7, en rigor). De verdad vale preguntarse qué demonios está pasando por la cabeza de tantos especialistas.
Se supone que la película se basa en el Quijote, pero mejor será que nadie vaya a verla pensando que es una adaptación, porque podría llevarse un gran chasco. Nada más lejos de la realidad. La intención palpable del director Albert Serra es mostrar como podrían haber sido, de haber existido, los verdaderos Quijote y Sancho, los que hubieran inspirado a Cervantes para escribir su novela. Es por eso que ambos individuos se sientan, caminan, miran hacia la nada, de vez en cuando esbozan alguna especie de diálogo, y así por más o menos dos horas. No hay molinos, ni Dulcinea, ni diálogos ingeniosos. De hecho, es probable que los diálogos no ocupen ni el 10% de la película. A veces el Quijote grita cosas como “¡te mataré!” a personas inexistentes, pero claro, a nadie le importa, Sancho ni se inmuta, y los espectadores tampoco.
Sokurov, otro director de ritmos muy morosos y que también se toma sus tiempos para expresarse, por lo menos tiene buen ojo para los planos, sabe hacer de un paisaje un cuadro impactante e irrepetible. Angelopoulos genera un extraño poder hipnótico con los movimientos de su cámara. Kiarostami, por su parte, en la mayoría de sus películas crea personajes, historias. Tarkovsky era un maestro del enigma y uno se sentía empujado por ellos a terminar sus películas, pero aquí no hay nada de esto.
Se habla de una película sugerente. Claro, el grado cero de la sugerencia. La neutralidad de un jabón también puede ser sugerente si nos lo proponemos. De hecho, cualquier película puede ser sugerente si la audiencia está suficientemente autosugestionada. También se viene hablando de una película original. Menuda originalidad, la de estirar hasta sus últimas consecuencias la paciencia del espectador. Honor de caballería es un monumento al hastío, y tiene el poder somnífero de una tonelada de valium.

Publicado en Brecha 20/3/2008

7 comentarios:

  1. Cuando leí por ahí noticias acerca de su rodaje, ya me imaginé que la cosa iba a resultar como describes.

    Gracias por confirmarlo; escarmentaré en cabeza ajena, y siento que haya tenido que ser la tuya.

    Un saludo.

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  2. Qué gracioso, Josep, mientras yo comentaba en tu bloc, vos comentabas en el mío.

    Para esto estoy. Me sacrifico por el bien de la comunidad. Es una faceta masoquista que me estoy descubriendo ahora.

    Y ahora estuve cubriendo un par de festivales que ni te imaginás. La amplia mayoría de las películas eran como un garronazo en la sien.

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  3. Wow! Nunca había visto este blog! Muy bueno realmente!!
    Se agradece el link también!!
    Muy buenos textos. Inclusive, bien extensos (veo que compartimos cierta compulsión por la escritura sobre imágenes en pantalla).
    SAyounara!!
    EV

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  4. Gracias por el aviso. Igual dificilmente llegara a mi sala favorita :)

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  5. Jaja, se agradece la advertencia. Creo que fuiste muy claro en la reseña. Yo igualmente la desconocía. Saludos!

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  6. Ezequiel: es un gusto tenerte por acá. Yo ya soy un adicto a tu blog, y ya estoy bajandome unas cuantas pelis guiado por ti. Más vale que estén buenas!

    Maxi: no sé cuál es tu sala, pero la pasaron hoy mismo en el festival de cinemateca. No, en salas comerciales no se estrenará nunca, ni acá ni en España, en Francia quién sabe, quizá si.
    Bo, me tienen pal cuento con ese asado, hay que juntarse y escabiar un poco, para variar.

    Budokan: advertido quedas, por si en tu larga existencia te la llegas a cruzar. Saludos para ti.

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  7. Bueno Diego, espero que no te defrauden mis recomendaciones. Y si te defraudan (o no), no dudes en dejar tus opiniones en el blog.
    Mis saludos!
    EV

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