Antes del estreno de Tropa de elite (2007), nadie hubiera previsto las inmensas repercusiones que la película tendría. La primera de ellas fue inmediata y afectó considerablemente la economía de los realizadores: hubo un filtro en las oficinas de subtitulado al inglés, por lo que una copia pirata empezó a circular por Internet, antes de que se estrenara en los cines. Como resultado, se estima que 11 millones de personas –solamente en Brasil- vieron la película incluso antes de que estuviera en cartel. Pero aún así fue un éxito de taquilla; dividió las aguas de la crítica y encendió una polémica que continúa vigente hasta el día de hoy.
Como consecuencia de este primer error, los realizadores extremaron la seguridad durante los días previos al estreno de Tropa de elite 2: El enemigo ahora es otro (2009). El director José Padilla y sus socios simplificaron el sistema para reducir significativamente el número de manos por las que pasaría la copia, hubo un control extremo durante la posproducción y las copias fueron guardadas bajo llave antes de llegar a las salas donde iba a ser exhibida. Y el resultado fue notorio; superando los 11 millones de espectadores, Tropa de elite 2 es la película más taquillera de la historia del Brasil, aún por encima de Avatar y del exitazo local que fue Doña flor y sus dos maridos (1976).
La segunda repercusión ocurrió a nivel social y también fue prácticamente inmediata. El nefasto protagonista de la película, el Capitán Nascimento (Wagner Moura), líder ficticio del BOPE (Batallón de Operaciones Especiales) fue visto popularmente como un héroe. Los niños jugaban a ser él, reproducían sus mismos dichos, y en la calle se vendían sus muñequitos articulados como pan caliente. No en vano muchas personas tildaron a la película y al director como “fascista”.
De todos modos, la acusación no es muy justa, y es notorio que las intenciones de Padilha fueron estimables. Como en su ópera prima Ómnibus 174 (2003) –en el que se planteaba un acercamiento a un delincuente que había secuestrado un ómnibus de pasajeros- su intención fue interiorizarse en la mente de personajes cuestionables, comprender sus motivaciones y su forma de pensar, y colocar al espectador, al menos por un momento, en los zapatos de ellos. Y aquí los protagonistas no son otros que los integrantes del BOPE, soldados programados para recibir órdenes y actuar rápido, exterminar rápidamente, e incluso torturar, si su objetivo lo amerita Padilha estudió al verdadero BOPE de cerca, e incluso hizo que sus actores hicieran un programa de entrenamiento con ellos. En la película los mostró como personajes incorruptibles, racionales y pragmáticos. Padilha, en definitiva, no los mostró como monstruos sino como seres humanos, y supo exhibir una realidad compleja, sin aparente salida, pero también surcada por imparables espirales de violencia.
Las repercusiones del cine sobre el entramado social son muchas veces impredecibles, y en este caso, también fueron nefastas. El episodio de la idolatría al Capitán Nascimento habla de los cuidados y las responsabilidades que deberían tener los cineastas, y de la importancia de ponderar las posibles repercusiones de las obras artísticas difundidas masivamente. Quizá por todas estas razones, Tropa de elite 2 es más deliberadamente política y discursiva, y más concreta en su denuncia, apuntando su artillería hacia una gran plaga que domina las favelas: las milicias. La policía corrupta que se impone suplantando a los narcotraficantes, cobrando por los servicios y abusando de la ya miserable población. Y esta secuela va aún más lejos, ya que señala que el problema de la violenta actualidad no es solamente el de la pobreza extrema, sino el de la corrupción política. Deja en claro que los principales grupos de interés que se dividen el territorio y obtienen cifras millonarias mediante el sometimiento, están estrechamente vinculados a los principales políticos que se sientan en los espacios de poder en Río de Janeiro.
Por fortuna, aquí Padilha logra redimirse, y muestra al BOPE cometiendo errores terribles. Y será también por todo esto que el Capitán Nascimento ahora se transformó, dándole una nueva e impensable dimensión al personaje.
Como consecuencia de este primer error, los realizadores extremaron la seguridad durante los días previos al estreno de Tropa de elite 2: El enemigo ahora es otro (2009). El director José Padilla y sus socios simplificaron el sistema para reducir significativamente el número de manos por las que pasaría la copia, hubo un control extremo durante la posproducción y las copias fueron guardadas bajo llave antes de llegar a las salas donde iba a ser exhibida. Y el resultado fue notorio; superando los 11 millones de espectadores, Tropa de elite 2 es la película más taquillera de la historia del Brasil, aún por encima de Avatar y del exitazo local que fue Doña flor y sus dos maridos (1976).
La segunda repercusión ocurrió a nivel social y también fue prácticamente inmediata. El nefasto protagonista de la película, el Capitán Nascimento (Wagner Moura), líder ficticio del BOPE (Batallón de Operaciones Especiales) fue visto popularmente como un héroe. Los niños jugaban a ser él, reproducían sus mismos dichos, y en la calle se vendían sus muñequitos articulados como pan caliente. No en vano muchas personas tildaron a la película y al director como “fascista”.
De todos modos, la acusación no es muy justa, y es notorio que las intenciones de Padilha fueron estimables. Como en su ópera prima Ómnibus 174 (2003) –en el que se planteaba un acercamiento a un delincuente que había secuestrado un ómnibus de pasajeros- su intención fue interiorizarse en la mente de personajes cuestionables, comprender sus motivaciones y su forma de pensar, y colocar al espectador, al menos por un momento, en los zapatos de ellos. Y aquí los protagonistas no son otros que los integrantes del BOPE, soldados programados para recibir órdenes y actuar rápido, exterminar rápidamente, e incluso torturar, si su objetivo lo amerita Padilha estudió al verdadero BOPE de cerca, e incluso hizo que sus actores hicieran un programa de entrenamiento con ellos. En la película los mostró como personajes incorruptibles, racionales y pragmáticos. Padilha, en definitiva, no los mostró como monstruos sino como seres humanos, y supo exhibir una realidad compleja, sin aparente salida, pero también surcada por imparables espirales de violencia.
Las repercusiones del cine sobre el entramado social son muchas veces impredecibles, y en este caso, también fueron nefastas. El episodio de la idolatría al Capitán Nascimento habla de los cuidados y las responsabilidades que deberían tener los cineastas, y de la importancia de ponderar las posibles repercusiones de las obras artísticas difundidas masivamente. Quizá por todas estas razones, Tropa de elite 2 es más deliberadamente política y discursiva, y más concreta en su denuncia, apuntando su artillería hacia una gran plaga que domina las favelas: las milicias. La policía corrupta que se impone suplantando a los narcotraficantes, cobrando por los servicios y abusando de la ya miserable población. Y esta secuela va aún más lejos, ya que señala que el problema de la violenta actualidad no es solamente el de la pobreza extrema, sino el de la corrupción política. Deja en claro que los principales grupos de interés que se dividen el territorio y obtienen cifras millonarias mediante el sometimiento, están estrechamente vinculados a los principales políticos que se sientan en los espacios de poder en Río de Janeiro.
Por fortuna, aquí Padilha logra redimirse, y muestra al BOPE cometiendo errores terribles. Y será también por todo esto que el Capitán Nascimento ahora se transformó, dándole una nueva e impensable dimensión al personaje.
Publicado en revista Noteolvides, abril /2011.
un detalle insignificante el nombre del actor es Wagner Moura.
ResponderEliminarGraciassss
ResponderEliminarmuy buen comentario de las películas. La verdad es que me gustó tanto su ópera prima como tropa de élite, aunque son películas muy distintas. Creo que se trata de un buen cineasta y estoy muy de acuerdo con lo que indicas sobre el planteamiento real sobre el capitán y el BOPE, más bien alejado de un proselitismo fascista. tengo muchas ganas de ver la segunda para ver los giros que toman los personajes y el enfoque del director sobre todo esto.
ResponderEliminarUn saludo
Ya he visto las dos. Y bueno, la primera es la mejor de ambas. La segunda como que deja un mensaje de libro de autoayuda que termina manchándola. Pero de todas formas, tiene escenas buenas.
ResponderEliminarCreo que estas películas hacen bien a Latinoamérica misma.
Saludos.