Acá publico la segunda versión de la carta que mandó Pablo Stoll a modo de respuesta a mi artículo sobre Control Z. Una vez más la autenticidad de la autoría está comprobada, y su publicacíón en este blog autorizada por el mismo Stoll.
Hola Diego, te escribe Pablo Stoll, el
verdadero.
Es enternecedor que hayas dedicado tanto
tiempo a pensar en nosotros y aterrador que todos tus pensamientos sean tan,
pero tan equivocados.
Más allá de un tema de gustos
cinematográficos (estamos en la antípodas en eso) acá escribís a partir de tus
propios prejuicios. Qué papel juegan ellos en la formación de tu gusto te lo
dejo a vos.
Recuerdo que estuviste un día de rodaje
de Acné y en tu nota dejaste claro que no entendiste nada. De hecho no quisiste
entender (yo estaba, y me acuerdo de comentar tus actitudes de aquel día, no te
acercaste a hablar con nadie, no te paraste cerca de la cámara, no hablaste con
los actores) y escribiste, como ahora, desde lo que ya te parecía de antes. Una
linda oportunidad perdida.
Volviendo a tus prejuicios, de los que se
conforma el 80 porciento de tu nota, creo que no se contemplan en la
materialidad de las películas, pero bueno, eso al parecer es lo que menos
importa. Cada película es distinta y un análisis serio sobre ellas lo dejaría
claro, pero, como dije, eso no parece importar en tu crítica ni en la de la
mayoría de tus colegas. Supongo que es por desconocimiento del tema: estás tan
lejos del cine como el Toto Da Silveira de una cancha de fútbol y por eso sólo
podés opinar desde un lugar de prescriptivo en relación a tus gustos y tus
expectativas. Me gustaría que la critica fuera otra cosa, pero ya estoy
acostumbrado.
Personalmente creo que sos el peor tipo
de crítico: el que no levanta la cabeza de su propio plato. Por eso sos un
crítico mediocre que recurre a las formulas pre hechas, las citas canónicas
baratas. Desde ese lugar de poca creatividad es que construís un discurso
igualador y aburrido, algo muy parecido a lo que se supone que
"denuncias". Pero bueno, eso también es una cuestión de gustos, en
este caso, gustos sobre críticos que también existen y vos, Diego no me gustás.
Dejando esto en claro vale decir que este
texto no es sobre gustos. No importa que nos gustemos, lo que voy a intentar es
contarte porqué estás tan equivocado con respecto a nosotros. No pretendo que lo entiendas o que cambies tu
parecer, porque como ya demostraste los prejuicios no se cambian, pero igual,
vamos, tengo tiempo y me divierte.
El problema principal de tu análisis es
que partís de la base que somos un colectivo con una misión. No lo somos. Somos
una empresa que hace cine no un grupo que hace una “revolución”(?). Somos una
productora conformada por amigos, que no hacemos publicidad, pero no somos nada
más que una productora. Siempre fuimos eso y lo fuimos después de hacer una
película. Le pusimos nombre y nos dimos una forma legal por necesidad no era un
fin sí mismo. Es decir, lo primero fueron las películas, después vino todo el
resto.
No nos preocupa, ni nunca nos preocupó la
representación de “lo uruguayo” en la pantalla o el retrato de situaciones
"acuciantes” para los seres humanos y menos para los “seres uruguayos”.
Hicimos siempre películas sobre nosotros: pibes de Pocitos con la vida
solucionada y mucho tiempo libre. Desde ahí a inventar personajes que somos
nosotros en algún aspecto hay un paso y es lo más divertido de jugar al cine:
mentir para decir alguna verdad, contrabandear cosas, inventar. Siempre
hicimos, las películas que nos gustaba ver y nada más.
En general son películas personales en la
que los directores tenemos la última palabra y que cuentan cosas cercanas a
nosotros y nuestro mundo. Nunca pensamos en qué película "había" que
hacer y creo que eso nos sigue diferenciando para bien y para mal de otros realizadores
locales. Nuestras películas son mejores o peores, pero eso va en nuestro
talento (o falta de él) y no en una idea programática.
Por todo eso es terrible que nos exijas
algo que no podemos darte y que si alguna vez creíste encontrar por acá, pues
no, sólo estaba en tu cabeza. Lo que podemos darte son películas, que te gusten
o no ya es un tema tuyo.
Lo que no te llevo es que desconfíes de
nuestra honestidad sólo porque a vos te parece. Es insultante.
¿”Levantar sospechas”? ¿De qué carajo
hablás? ¿De qué “formula” hablás? ¿Vos la encontraste? ¿En dónde? Yo no la
encuentro en lo cinematográfico más allá de lo anterior: somos gente parecida y
no es raro que hagamos películas parecidas.
“La vida útil” y “Norberto apenas tarde”
también son películas parecidas. ¿Qué las hace o no Control Z desde lo
estético? ¿Qué no tienen un cartel adelante? Podrían haber sido producidas por
nosotros. ¿En ese caso las pondrías en la misma bolsa?
Te puedo seguir nombrando películas que
comparten “impronta austera, de tiempos muertos, de personajes silenciosos” y que no
son nuestras. ¿Tu categoría de análisis se basa sólo en un cartel? Es muy
pobre.
Siguiendo este
razonamiento ya no tendrías que ver la próxima película porque ya vas a saber
cómo va a ser desde el cartel de Control Z en lo créditos, no? ¿O le vas a
exigir que sea “revolucionaria”? ¡Qué mochila, por dios!
Si nos conocieras un poco, a cualquiera
de nosotros, sabrías el tamaño de la boludez que estás diciendo con lo de la
formula. Andá a imponerle una fórmula a Manolo Nieto y después hablamos.
Sobre todo porque ese “éxito” es algo que
no existe. De 7 películas que hicimos sólo tres fueron realmente “exitosas”. En
todo caso ya tendríamos que habernos avivado que no es por ese lado, no? Parece
que además de tratarnos de deshonestos nos tratás de boludos. Un poco de
crédito, por favor.
Tu liviandad a la hora de los juicios es
preocupante. Por eso me voy a tomar un rato para contarte algo:
Tu ejemplo de Acné es una prueba de tu
cortedad de miras, tu falta de investigación y el lugar al que te llevan tus
prejuicios.
Cote, Dani Handler, Juan Pablo y yo nos
conocimos en el año 94. Anduvimos mucho juntos y filmamos un par de cortos.
Dani y Cote hicieron uno llamado “31 de diciembre” y los personajes que hacíamos
Juan y yo eran Cristian y Roque. Durante el rodaje de “Whisky” (en que Cote era
continuista al igual que en “25 Watts”) filmamos un montón de planos que con
Juan llamábamos “Los Cristian y Roque” en homenaje a Cote. Es decir: Cote
influyó más en nosotros que nosotros en él. Cuando hizo “Acné”, Cote eligió
filmar con un lenguaje propio, que ya venía practicado desde aquel “31 de
diciembre” hasta “Bregman, el siguiente”, todos cortos con los que Control Z no
tuvo nada que ver.
O sea que si pensás que le impusimos a
Cote la forma de contar “Acné” para que fuera parecida a “Whisky” y entrara en
“la fórmula” estás muy equivocado. De hecho, uno de mis grandes problemas con
“Acné” es ese: para mi no se condicen la forma con el contenido pero la forma
en que él quería retratar a eso pibes era esa y la decisión no fue de nadie más
que de Cote y ciertamente no fue de Fernando.
Tu análisis maquiavélico sobre la
presencia del productor y el montajista está tan lejos de la realidad que da
mucha risa a cualquiera que sepa un poco del asunto.
Yo sé que la idea de un productor a lo
Hollywood es atrayente, pero es muy errada.
Hay alguien de quién te olvidás en el
recuento de los Control Z y es Gonzalo Delgado. Gonzalo es una persona súper
importante en la productora y en el cine uruguayo todo. Cualquier director con
dos dedos de frente lo querría a su lado. Gonzalo además de filmar mucho en
Argentina, participó en todas las películas de la productora, todas las de
nuestros amigos y casi todas las del cine uruguayo. Es actor y director de arte
y guionista.
Si tuvieras idea de cómo funciona un
rodaje sabrías la importancia de un director de arte y si supieras como es
Gonzalo sabrías de la importancia que tiene él en nuestras películas. Cómo ves,
la gente influyente no es la que a vos te parece.
Obviamente en la empresa tenemos una
“línea editorial”: producimos las películas que nos gustan a todos los socios. Pero
nunca, como productores, nos metimos en el corte final de una película y eso te
lo podrán decir todos los directores con los que trabajamos que como ya dije,
son amigos, gente con la que tenemos cosas en común más allá del trabajo y con
los que compartimos una cierta idea del cine.
Nunca fue un tema el “éxito” de una
película para que decidiéramos hacerla o no. El “éxito”, querido Diego, es
hacer la película. Es un proceso largo y tortuoso que requiere mucha paciencia
y poner el “éxito” (en taquilla o en festivales) o el aura de “autor” por
delante, o la idea de viajar es simplemente una boludez.
La sola mención del asunto (hay un coment
en el blog que es impresionante al resumir en un sólo párrafo una envidia y una
impotencia impresionantes, que estoy seguro fue escrito por un escritor de 40 y
pico) de que hacemos películas con un molde para viajar y robar en Europa es un
insulto pero sobre todo es una afirmación estúpida y desinformada. Una película
demora en promedio 5 años en levantarse. Nadie se toma tanto trabajo sólo por
“robar en Europa”. Nadie dedica 5 años a seguir con un proyecto porque es lo
que está de moda en los festival. Nadie compromete su salario y su vidsa
familiar porque quiere irse de viaje. Además ¿Si fuera tan fácil rellenar el
molde, porqué estamos tanto tiempo para conseguir los fondos? ¿Si tuviéramos
tan atada la vaca, porque no ganamos premios en todos los festivales? ¿Sabías
que ni Whisky ni 3 fueron aceptadas en Berlín antes de ir a Cannes? ¿Cómo nos
pasó eso si era lo que estaban esperando de nosotros? Nosotros no les hacemos
lo que ellos quieren ver, te lo juro. Hay una corriente del cine
latinoamericano que sí va por ese lado, pero no son películas sobre gente de
clase media en un medio urbano. Mirá que tenemos muchos problemas con nuestras
películas a las que siempre se les exige una dosis de exotismo más. Nosotros no
somos ese cine que limpia la conciencia del europeo medio. Tampoco hacemos
género ni le hacemos creer a nadie que acá hay una industria. No estamos en
ninguno de esos lugares. Lugares mucho más cómodos créeme.
Hay películas muy calculadoras que se
están haciendo por acá, pero no son las nuestras que en los hechos nunca
sabemos si van a funcionar.
Siempre trabajamos desde las ganas: a
veces nos fue bien, otras no.
Tal vez deberíamos hacer lo que vos decís
y empezar a trabajar con un método más probado para buscar “la fórmula”. ¿Tipo
Syd Field o Linda Segger, te parece bien?. Lo vamos a pensar.
Lo que sí tenemos es una línea ética muy
clara: nosotros trabajamos bien.
Eso quiere decir que nos encargamos de
que nuestras películas se hagan en la mejores condiciones posibles, que se vean
bien y se escuchen bien, que se distribuyan acá y en todo el mundo y
además siempre, siempre, siempre pagamos nuestras deudas.
Nada de todo eso no lo pueden decir otras
productoras, lo cual es una lástima para todos.
Otra cosa: de las 8 películas que
produjimos sólo 3 contaron con el premios del Fona y sólo una con el ICAU. Esto
por si dudás acerca de la “independencia” y el “mainstream” una discusión
estúpida pero que a veces se escucha por ahí. Ah, tampoco tuvimos apoyos extras
de Antel.
En Control Z hay mucha más “ética” que
“estética”, Diego, pero eso tampoco importa aunque se note en la pantalla.
Porque te juro, se nota.
Recuerdo que “Whisky” no te había gustado
tanto como al parecer te gusta ahora. De hecho escribiste bastante mal sobre
ella en momentos en que tenía una unanimidad crítica preocupante. Veo que ahora
la re valorás, por lo cual, puedo suponer (vos lo hacés todo el tiempo en tu
nota) que “3” también puede llegar gustarte en el futuro. Son cosas que pasan.
Saludos, pablo.
Pd 1: Es raro que sigas con la monserga
del cine que triunfa en festivales: ¿el año pasado no fuiste a Berlín? ¿No
viste la cantidad de películas que hay en los festivales? ¿Cómo podés seguir
con esa pavada? ¿Qué las películas en los festivales son de montaje lento?
Acabo de estar en Cannes y vi varias películas que desafía esa tontería. Me
acuerdo que, según tu crónica de Berlín, no viste muchas películas. De repente
tu equivocación es por eso. Una lástima.
Pd2: En todo tu análisis dejás afuera a
Hiroshima. Creo que no se la puede acusar de no intentar al menos, “explorar nuevos
terrenos” El ninguneo
de la película es sintomático en los analistas vagos que no la pueden acomodar
bien en el casillero, porque si bien puede ser de “impronta austera y tiempos
muertos y personajes silenciosos” tienen muchas otras cosas. Demasiadas como
para que la dejes en esa categoría, algo que es de una injusticia supina. Pero
bueno, allá vos.
Pd3: Las películas, como los libros y las
canciones duran lo que duran. Que a vos te parezca larga es un tema de gustos.
Que varias personas estén de acuerdo contigo no lo hace cierto tampoco: todos
sabemos el chiste de las moscas.
Si no tenés tiempo de verla, hacé otra
cosa y volvé cuando tengas dos horas. Vale la pena.
Tu proyección acerca del trabajo de
Fernando en la edición de “3” es además de incorrecta por lo ignorante del
trabajo en de la edición en cine, contradictoria con lo que planteas en la
nota. Fernando como “poder en las sombras” debería haberme cortado lo que a vos te parece que había que cortar.
Claro que la realidad de la narración de una película es un tema que se te
escapa.
Desde tu crítica de Whisky me quedó claro
que no te interesa convivir con los personajes, que te basta “entenderlos” como
signos en un mapa y que como sos más inteligente que ellos “entendés” todo muy
rápido. Era obvio que no te iba a gustar una película en la que importan los
detalles y las contradicciones. Que no hay mucho para “entender” salvo el hecho
de no saber qué hacer en momentos de cambios y las formas de capear esa
tormenta pequeña. Pero claro, vos ya la habías “entendido” de antes. La verdad:
sos un crá.
Hola soy artesana y quiero dejar apuntado que no sé si debería dirigirme al administrador de este blog o al señor pablo stoll quien o es muy inocente o es muy cínico.
ResponderEliminarLo primero que deseo aclarar es que cuando alguien compra o comenta acerca de una obra ya no importa ni su historia ni la historia de su autor o autores ni si fue hecha en Pocitos desde el corazón, en la Blanqueada desde la cuenta de la luz o en el Prado desde el enamoramiento. Y esto corre para cualquier producción artística. Ningún crítico, ningún comprador, ningún visitante de una exposición está "obligado" a saber, ni a informarse, ni a investigar ni a preguntar y menos a eso que llama "entender". Una obra vale por sí, por lo que es en sí misma en el ahora. Y tiene algo que es intrínseco a su naturaleza: Deja espacio para soñar, imaginar, conjeturar por lo cual es de ignornte para no poner de burro exigirle al consumidor de la misma que la aprecie según parámetros impuestos por el propio autor.
También deseo poner sobre el tapete algo que no puedo dejar pasar y esto va de realizador a realizador: Sí hay fórmulas, las hay. Y no sólo hay fórmulas sino que hay fórmulas y fórmulas lo que no se contradice conque una obra no se haga con cariño, desde el placer de estar haciendo lo que uno quiere hacer. Yo puedo trabajar para el público montevideano o del interior, para el turista del crucero, para el arquitecto local o extranjero o para ocupar un sitio en una muestra o en una bienal. Y también puedo hacer una obra para mí, como Ud. hizo Hiroshima y la exhibió en el Casablanca en un único horario y en unos pocos días.pero si hago algo mío, especial, particular para mí no me puedo poner a llorar después quejándome de que me la ningunearon.
Y volviendo a la intencionalidad de la creación, vaya, vaya si no cambian las fórmulas. Y esto lo sabe el pintor, el fotógrafo, el escultor, el escritor, lo saben todos. La propia experiencia va enseñando esto. Siempre cargo con todas mis piezas en mi mochila pero según al lugar que me dirijo, según el público al que visito llevo más de aquello que preparé con la fórmula que ya sé que que será bien recibida. No oculto las piezas que de antemano sé que vendrán de vuelta conmigo, no retaceo nada de la mirada de la gente, pero lo que sale es lo que fue "formulado" para ese nicho de mercado.
Cuando uno sale para fuera, cuando uno sale al mundo detrminada aura ayuda bastante. Ser joven, ser mujer, provenir de algún país perdido y de nombre difícil pero ser blanquito y hablar inglés también es una fórmula. Haber trabajado en un campo de refugiados bajo un velo es todavía mejor -no es mi caso- y pretender mostrar atraves de la obra la realidad o pseudorealidad de la muy o poco interesante vida que la o lo rodea es terrible gancho. ¿Todo esto señor Pablo Stoll Ud.pretende lo saberlo? ¿Usted cree que va a conmover a esta altura a alguien con su lacrimógena misiva de los pibes que se juntaron allá por el año y que no buscaban el éxito porque el éxito estaba en hacer la cosa y no en la repercusión que la cosa pudiera tener y bla bla bla?
Ud. y yo sabemos lo que es llevar y sostener una empresa todos los días, así que joda a otros por favor.
Finalmente me parece que debo dedicar unas palabras a su compulsión epistolar.En relación a esto lo que le puedo decir es Welcome to de Jungle! Bienvenido a la jungla de las redes sociales, jungla que ha sobrestimado. Con su manía de escribir y escribir carta sobre carta se ha tragado usted terrible cicuta.Muchacho: abra Google en cualquier país del mundo,no digo hoy, dentro de un mes o un año y escriba Pablo Stoll y por los siglos de los siglos aparecerá su carta insultante y rabiosa a un crítico cinematográfico que cometió el pecado de hacer su trabajo. Dudo que este muerto se pueda levantar tan fácil.Pero bueno, Ud. se la buscó, compró la soga, hizo el lazo lo confundió con una hamaca y hasta le resultó "divertido". Si no fuera tan soberbio, si no hubiese tratado a su interlocutor como a un insecto me daría pena.