miércoles, 28 de enero de 2009

Operación Valquiria (Valkyrie, Bryan Singer, 2008)

Héroe se necesita


En el verano de 1944 la situación bélica de Alemania era catastrófica. Sus principales ciudades eran bombardeadas constantemente por las fuerzas aéreas aliadas, sus tropas eran insuficientes en los dos frentes, en el este contra el ejército soviético y en el oeste contra las fuerzas británicas y norteamericanas, seis semanas atrás había tenido lugar el desembarco en Normandía y París estaba a punto de ser liberada. Estaba clarísimo que el tercer Reich iba a perder la guerra, pero Hitler no quería aceptarlo.
En este contexto tuvo lugar el atentado del 20 de julio de 1944, un brillante complot para asesinar al führer y dar un golpe de estado ideado por un grupo de altos oficiales de la Wehrmacht, el que, por ínfimos imprevistos, acabó fracasando. El atentado se ve hoy revestido de un aura de heroísmo; se dice que de haber tenido éxito la empresa hubiese significado la salvación de millones de vidas. Nadie puede negar que fue un inmenso acto de valentía por parte de los perpetradores el enfrentarse a la implacable maquinaria del nacionalsocialismo. Como es sabido, les costó a ellos su vida y el enclaustramiento en campos de concentración a sus familias.
No suelen ser demasiado interesantes las películas que se pliegan a la idea de heroísmo y exponen, sin dobleces ni ambigüedades, personalidades reales sobradamente enigmáticas y de discutibles motivaciones. Las razones que llevaron al militar alemán von Stauffenberg (aquí Tom Cruise) a colocar en persona una bomba a un metro de Hitler aún son discutidas por los historiadores. Se debate si la decisión se debió a la manifiesta incapacidad del führer en llevar la guerra a buen puerto o al horror que le provocó a Stauffenberg conocer personalmente las políticas de erradicación de judíos y gitanos en los países ocupados. Lo cierto es que la película asume la visión heroica, altruista y filantrópica del atentado, prefiriendo desmerecer que varios de los perpetradores fueron incondicionales al régimen hasta que la guerra cambió su rumbo, y que con seguridad muchos de ellos sólo buscaron salvar su pellejo y mantenerse en una posición de privilegio. Que lejos de buscar la paz, uno de los planes al instalarse en el poder era negociar una tregua con Gran Bretaña y Estados Unidos para aunar todos los esfuerzos en la guerra contra la Unión Soviética. La película opta por silenciar el dato, por exponer que ideaban la tregua así como abolir los campos de concentración, haciendo que en definitiva la conspiración suene más agradable.
Se muestran con fidelidad, eso sí, los pasos que se siguieron durante el atentado, los inadvertidos sucesos que llevaron a su fracaso y algunas de las represalias que se tomaron contra los conspiradores. La audiencia es en todo momento consciente de que está viendo a varias personas ensimismadas, avanzando dramáticamente hacia su propia destrucción. Esto, junto a un ritmo estupendo y una deliberada frialdad general, logra generar una tensión constante y loable. Lo triste es que un abordaje que niega el lugar a la ambivalencia, al conflicto interno y a la multicausalidad inevitablemente deja un sabor a mero ejercicio de género, a otro thriller de conspiraciones más.


Publicado en Brecha 30/1/2009

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Con esta película me pasan dos cosas:
Tom Cruyse me da un perezón ya que ni te cuento y hay una avalancha de películas sobre la temática (Valquiria, Resistencia, Flame y Citrón...) que, puestos a elegir, seguramente esta es la menos atractiva, al menos para mí.

Curioso esto de las avalanchas comunes, con el tema de los institutos, la adolescencia y los profes pasa lo mismo: La ola, la clase... Qué cosas! Je!

Saludos!

Lorbada dijo...

No espero demasiado de la peli aunque sin duda la veré...

... cuando llegue al videoclub.

Diego Faraone dijo...

Sí, Babel, también discutíamos con mis compañerosde trabajo que existe una especie de tendencia o "moda", de mostrar las diferencias en las filas alemanas durante la Segunda Guerra, una especie de expiación que consiste en mostrar que no todos los alemanes eran tan "malos". El problema en este caso es que en ese interés, se van hacia el otro lado, dándole un perfil heroico a ciertos grupos que no necesariamente tenían esa característica.
No la veas, Babel, no hay necesidad. Y lo mismo para vos, Lorbada.

Abrazo a ambos.

adayin dijo...

Ah... ya la hiciste parecer más interesante. Pero es dificil no tomar un posición heroica su el protagonista es Tom Cruise. Interesante lo que mencionas de los debates entre historiadores (en especial aquel contra la antigua URSS)

Saludos

Lonnie Blues dijo...

No he visto "Valkyrie", y debo añadir que a Bryan Singer (a mi entender) aparentemente le pasó lo que a Ridley Scott, que ha venido en picada con cada nueva pélícula que ha realizado, por lo menos desde "Black Rain" en adelante.

Imperdonable, a mi juicio, "Superman Returns" (de Singer) mostrándonos una inverosímil faceta de "Superman papá" (Holy sh*t!!)

Como antídoto para la "visión heroica" que Hollywood parece quere ofrecer - sin dudar de que efectivamente existieron oficiales del ejército alemán que se opusieron al nazismo - puedo recomendar "Conspiración" (disponible en DVD), sobre todo por la presencia del trismegisto ("tres veces grande") Stanley Tucci como Adolf Eichmann.

Saludos.