El nivel se mantiene, grandes sorpresas me ha deparado el cine en los últimos meses. Las más importantes: una asiática de la que no esperaba mucho, Scorsese que se cargó todas las pilas, y una grandísima película griega (!). No pierdan más el tiempo con series fraudulentas, remakes y tanques-supositorios... es decir, que me hagan caso de una buena vez.
Fish story de Yoshihiro Nakamura (Japón)
Una de las películas japonesas de la década. Se trata de un desordenado y grandioso puñado de historias apasionantes, con un desenlace en común. Ciencia ficción, artes marciales, musical, suspenso, drama y comedia, todo confluye en una obra que es como para quedarse a vivir en ella. Sumamente amena, relatada brillantemente, sorprendente y hasta inspiradora: imprescindible, como quien dice. Dan ganas de verla mil veces.
Shutter island de Martin Scorsese (Estados Unidos)
Una convenientemente aislada cárcel psiquiátrica se convierte en el escenario para un viaje hacia los rincones más oscuros de la mente humana. Climas de pesadilla, mucha paranoia y unas cuantas patadas en el pecho son algunos de los elementos que conforman una de las mejores películas que Scorsese haya concebido jamás. Y por fin, una vuelta de tuerca de las que no se olvidan nunca.
Kynodontas de Giorgos Lanthimos (Grecia)
Tres adultos viven confinados en una casa alejada de la civilización, y sus padres los deseducan, los tratan como si fueran niños y les inculcan miedos mediante métodos conductistas. Un entorno enfermizo y violento, que sorprende e inquieta como pocos. Y una reflexión profunda y inquietante sobre la pedagogía, el poder, el lenguaje, la represión y los temores sociales. No se la pierdan.
Two lovers de James Gray (Estados Unidos)
Un tipo inestable y hastiado del aburrido barrio de Brighton Beach y de la vida que se le impone conoce a dos mujeres. Una de ellas representa la estabilidad emocional y el calor hogareño, la otra, todo lo contrario. Y por supuesto, esta última le atrae mucho más. Acertada, profunda e inteligente, otra obra notable del gran James Gray.
The fantastic Mr Fox de Wes Anderson (Estados Unidos / Inglaterra)
Quién lo hubiera dicho, Roald Dahl por Wes Anderson. El Sr. Zorro necesita hacer algo estimulante en su vida, y resuelve revivir épocas pasadas robando gallinas, patos y pavos, pero a lo grande. Sus vecinos granjeros son tan agradables y simpáticos como Klaus Kinski con la camisa de fuerza. Una querible y muy divertida animación en stop motion.
24 city de Jia Zhang-ke (China / Hong Kong /Japón)
Qué brutal. No debe haber cineasta en el mundo que filme el paso del tiempo, la transformación social, el arrollador avance de la urbanización con la eficacia y la maestría con que lo hace Jia Zhang-ke. El documental se centra en una antigua fábrica estatal de Chengdu que cierra, y en cuyo lugar serán erigidos edificios de lujo. Las historias de vida de los diferentes entrevistados son apasionantes, y por momentos, sumamente conmovedoras.
Entre nosotros de Maren Ade (Alemania)
Una pareja de treinta y pocos va a pasar una temporada a Cerdeña. Pero el problema de las vacaciones es que los enamorados deben pasar mucho tiempo juntos, verse las caras, tolerarse. Y ahí es que surgen los problemas, las crisis, donde la convivencia realmente empieza a ponerse a prueba. Maren Ade es una directora tan maldita como lúcida y convincente, y recién tiene treinta y tres años.
La sangre brota de Pablo Fendrik (Argentina / Alemania / Francia)
Toda la rabia, la violencia más desagradable desplegada en un cuadro coral de personajes miserables, estancados y a la deriva. Los cineastas argentinos se están poniendo pesimistas, y con qué energía. Puede tener algún momento en el que pierda credibilidad -ante todo un par de escenas sanguinolientas que parecen estar puestas para justificar el título- pero es de esas películas que no se te borran. Pablo Fendrik se impone, y promete.
El imaginario del Dr. Parnassus de Terry Gilliam (Inglaterra / Canadá / Francia)
La última película interpretada por Heath Ledger está cargada de un humor inteligente y absurdo, delirios surrealistas y personajes extrambóticos. Y además tiene buen ritmo, algo que no siempre logra el amigo Gilliam. Vean a Ledger transformarse en Johnny Depp, Jude Law y Colin Farrell sucesivamente (las consecuencias de morirse en medio de un rodaje) y que, curiosamente, esos cambios fluyan sin parecer forzados.
El enigma de Kaspar Hauser de Werner Herzog (Alemania occidental, 1974)
En 1828, luego de haber pasado una vida encerrado en una celda y sin haber entrado en contacto con los seres humanos, un hombre fue encontrado y llamó la atención de especialistas durante mucho tiempo. El tipo empieza a descubrir la sociedad, y por supuesto, a cuestionarla con esa agudeza tan propia de los niños y los dementes. A Herzog le gustaban los locos, y por lo visto al actor Bruno S. se le habían escapado unos cuantos pitufos de la aldea.
Fish story de Yoshihiro Nakamura (Japón)
Una de las películas japonesas de la década. Se trata de un desordenado y grandioso puñado de historias apasionantes, con un desenlace en común. Ciencia ficción, artes marciales, musical, suspenso, drama y comedia, todo confluye en una obra que es como para quedarse a vivir en ella. Sumamente amena, relatada brillantemente, sorprendente y hasta inspiradora: imprescindible, como quien dice. Dan ganas de verla mil veces.
Shutter island de Martin Scorsese (Estados Unidos)
Una convenientemente aislada cárcel psiquiátrica se convierte en el escenario para un viaje hacia los rincones más oscuros de la mente humana. Climas de pesadilla, mucha paranoia y unas cuantas patadas en el pecho son algunos de los elementos que conforman una de las mejores películas que Scorsese haya concebido jamás. Y por fin, una vuelta de tuerca de las que no se olvidan nunca.
Kynodontas de Giorgos Lanthimos (Grecia)
Tres adultos viven confinados en una casa alejada de la civilización, y sus padres los deseducan, los tratan como si fueran niños y les inculcan miedos mediante métodos conductistas. Un entorno enfermizo y violento, que sorprende e inquieta como pocos. Y una reflexión profunda y inquietante sobre la pedagogía, el poder, el lenguaje, la represión y los temores sociales. No se la pierdan.
Two lovers de James Gray (Estados Unidos)
Un tipo inestable y hastiado del aburrido barrio de Brighton Beach y de la vida que se le impone conoce a dos mujeres. Una de ellas representa la estabilidad emocional y el calor hogareño, la otra, todo lo contrario. Y por supuesto, esta última le atrae mucho más. Acertada, profunda e inteligente, otra obra notable del gran James Gray.
The fantastic Mr Fox de Wes Anderson (Estados Unidos / Inglaterra)
Quién lo hubiera dicho, Roald Dahl por Wes Anderson. El Sr. Zorro necesita hacer algo estimulante en su vida, y resuelve revivir épocas pasadas robando gallinas, patos y pavos, pero a lo grande. Sus vecinos granjeros son tan agradables y simpáticos como Klaus Kinski con la camisa de fuerza. Una querible y muy divertida animación en stop motion.
24 city de Jia Zhang-ke (China / Hong Kong /Japón)
Qué brutal. No debe haber cineasta en el mundo que filme el paso del tiempo, la transformación social, el arrollador avance de la urbanización con la eficacia y la maestría con que lo hace Jia Zhang-ke. El documental se centra en una antigua fábrica estatal de Chengdu que cierra, y en cuyo lugar serán erigidos edificios de lujo. Las historias de vida de los diferentes entrevistados son apasionantes, y por momentos, sumamente conmovedoras.
Entre nosotros de Maren Ade (Alemania)
Una pareja de treinta y pocos va a pasar una temporada a Cerdeña. Pero el problema de las vacaciones es que los enamorados deben pasar mucho tiempo juntos, verse las caras, tolerarse. Y ahí es que surgen los problemas, las crisis, donde la convivencia realmente empieza a ponerse a prueba. Maren Ade es una directora tan maldita como lúcida y convincente, y recién tiene treinta y tres años.
La sangre brota de Pablo Fendrik (Argentina / Alemania / Francia)
Toda la rabia, la violencia más desagradable desplegada en un cuadro coral de personajes miserables, estancados y a la deriva. Los cineastas argentinos se están poniendo pesimistas, y con qué energía. Puede tener algún momento en el que pierda credibilidad -ante todo un par de escenas sanguinolientas que parecen estar puestas para justificar el título- pero es de esas películas que no se te borran. Pablo Fendrik se impone, y promete.
El imaginario del Dr. Parnassus de Terry Gilliam (Inglaterra / Canadá / Francia)
La última película interpretada por Heath Ledger está cargada de un humor inteligente y absurdo, delirios surrealistas y personajes extrambóticos. Y además tiene buen ritmo, algo que no siempre logra el amigo Gilliam. Vean a Ledger transformarse en Johnny Depp, Jude Law y Colin Farrell sucesivamente (las consecuencias de morirse en medio de un rodaje) y que, curiosamente, esos cambios fluyan sin parecer forzados.
El enigma de Kaspar Hauser de Werner Herzog (Alemania occidental, 1974)
En 1828, luego de haber pasado una vida encerrado en una celda y sin haber entrado en contacto con los seres humanos, un hombre fue encontrado y llamó la atención de especialistas durante mucho tiempo. El tipo empieza a descubrir la sociedad, y por supuesto, a cuestionarla con esa agudeza tan propia de los niños y los dementes. A Herzog le gustaban los locos, y por lo visto al actor Bruno S. se le habían escapado unos cuantos pitufos de la aldea.
6 comentarios:
No he visto la mayoría de las que comentas pero Two Lovers, Canino, y El imaginario del Dr. Parnassus son grandisismas películas y bien merecen estar entre las grandes.
A ver si sigo tus recomendaciones y me pongo con las demás. Ayer descubrí que acaban de estrenar Shutter Island en VOSE en mi ciudad, así que a ver si voy a verla.
En simpático acuerdo con algunas de tus elecciones, en particular con "Shutter Island".
Fish story no la he visto, parece un cóctel explosivo. Me pongo a ello. Lo mismo digo de La sangre brota, estoy en ello. De algunas de las que posteas ya sabes qué opino, y la última, la se Herzog, impresicdible, de visionado obligatorio para cualquier cinéfilo.
Hasta pronto, nos leemos!
Hola, te leo desde hace algún timpo pero recién hoy voy a dejar mi primer comentario acá.
Estoy muy de acuerdo con la elección de Shutter Island como una gran película.
La ví en el cine y el final fue tipo: "pa no, se fué al carajo, que sal", y me dejó pensando un buen rato. Es bueno.
Después la recomendé a algunos compañeros del trabajo y claro, tuve que explicar que si bien se llamaba "La isla siniestra" no era un bagayo sino una mala traducción.
Yo no sé si no será mejor en esos casos dejar los nombres en inglés y listo.
Saludos
P.D.: me parece interesante Fish Story, voy a tratar de verla. Me gustan las películas inspiradoras
Muy buenas recomendaciones.
Sobre Shutter Island, personalmente no creo que esté entre lo mejor de Scorsese, pero es una pelócula muy sólida y de hecho lo mejor que ha realizado en un largo tiempo, se nota a leguas que ya se le paso la desesperación por ganar un Oscar y ha vuelto a hacer buen cine. Saludos desde La Paz!
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