No voy a pisar la notable reseña que escribió Josep. El que tenga interés en una notable introducción y un mejor análisis puede empezar por su texto, que comparto palabra por palabra. Esta entrada debe considerarse un simple agregado.
Lenny podría estrenarse hoy mismo como una película nueva y muchos ni se darían cuenta de que fue filmada hace más de tres décadas. La fotografía de Bruce Surtees, en blanco y negro y de fuertes contrastes, no tiene nada que envidiarle, por ejemplo, a la de Buenas noches y buena suerte. La estructura narrativa de corte clásico, dotada a su vez de permanentes saltos temporales, recuerda a la caótica exposición de El ciudadano, ese otro imposible biopic. Caigo en la cuenta de que películas como Man on the moon o The people vs. Larry Flynt (ambas de Milos Forman) se centran en temáticas que Lenny abordó antes, y es probable que jamás hubiesen surgido de no existir este precedente fílmico (además no le llegan ni a los talones).
Fuera de su absoluta vigencia y del asombro que provoca la estética a nivel general, Lenny divierte, arranca carcajadas, emociona, hace pensar y luego entristece, incomoda y hasta llega a indignar. Reto al lector a nombrar ahora, en menos de treinta segundos, una película de los últimos años que cumpla con todos estos cometidos… vamos, sólo una… ¿que qué?, ¿que no existe?... piensen un poco, que no puede ser tan difícil.
Uno de los mayores atributos de Lenny es el saber utilizar un montaje sugerente que crea sentido y llama a la reflexión activa respecto a la contraposición de planos en diferentes tiempos. Así, vemos a Lenny en pleno show hablando de sus continuos y sufridos esfuerzos en función de la integración racial, mientras se nos muestra un brevísimo flashback, ¿o será flashforward? de él mismo entrando en un cuarto con una negra sensual e imponente; la toma dura apenas un par de segundos, pero es un claro ejemplo entre tantos otros del ingenio volcado al recurso audiovisual, muy frecuente en el filme.
Como una considerable cantidad de filmes creados en la década del setenta, el erotismo presente en Lenny descolocará a los que hoy tristemente se han acostumbrado al grosero puritanismo hollywoodense, y esta película humilla a toda la chatarra pseudoerótica producida por la metrópoli en la última década. Si tuviera que resumir la intención y el espíritu general de la película, diría que se trata de una feroz reivindicación de la stand-up comedy, denostada frecuentemente como frívolo entretenimiento popular, y mostrada aquí como un vehículo capaz de desnudar las contradicciones del individuo y de la sociedad en su conjunto. Cuando Lenny dice “Todos queremos una esposa que sea al mismo tiempo una catequista y una puta de 500 dólares la noche” está soltando una acerada crítica contra este bicho revuelto, cargado de contradicciones, ciclotimias, caprichos e indigestas que es el ser humano; está desnudando ridículas actitudes inherentes a uno mismo. Lenny Bruce fue un pateador de esquemas nato, un Von Trier risueño, un corrosivo desmantelador de arbitrariedades. Merecía que un maestro como Bob Fosse le hiciera justicia de esta manera.
PD. Josep eso sí, ando tapado de trabajo así que te ruego no vuelvas a hacerme otro de estos desafíos hasta, digamos, dentro de un par de años.
7 comentarios:
Querido amigo Faraway:
Esta absolutamente seguro que esta película iba a producir una enorme y fantástica reseña en tus manos; sabía que tus palabras aceradas cual bisturí no podían menos que aunar esfuerzos con los míos para dar a conocer esa joya olvidada.
Veo que acerté y te rindo mi gratitud por haber aceptado el embite, pues nadie -salvo tú, por el tiempo dedicado a escribir, que no a descubrirla- ha salido perdiendo con la iniciativa.
Muchas gracias por tus amables palabras introductorias.
Un gran abrazo.
p.d.: dos años es mucho tiempo... ya veremos... ;-)
En su momento, cuando se vio -evidentemente en los cines- pocas personas quedaron pensando que se trataba de una gran película. En principio porque la transición de Lenny es literalmente patética, tanto como su decadencia. Lenny era el que se venía abajo en lo suyo porque su trabajo era hacer reír y lo que se venía abajo en realidad y lo cada vez más gracioso eran las contradicciones de la realidad. Lamento mucho Fara que recién hayas tomado contacto con esta película, ni siquiera es seguro que haya sido estrenada acá en Uruguay, y ten en cuenta que la gente que la miró y la apreció en la otra orilla, la que captó la desesperada realidad de su mensaje, mucha de ella esté probablemente desaparecida.
Pedís mucho pero el mismo Bob Fosse pintó en Cabaret esa decadencia que termina en drama. Se ve que era lo que le pegaba a él, al director. Probablemente cualquier película que pinte el advenimiento del nacismo de manera minimalista pueda estructuralmente escalonarse como se va escalonando Lenny. Inolvidable Film.
Marlene
Josep, nada de eso, la reseña que vale la pena es la tuya. Yo sólo pude ver la peli una vez y tampoco pude estudiar mucho sobre ella. Aquí dejé sólo alguna impresión general. Gracias otra vez, y también por poner un vínculo en tu bloc.
Dos años no es nada! Un abrazo.
Marlene, gracias por el aporte y saludos.
No conocía esta película practicamente así que tu reseña me ha animado a descubrirla.
Saludos¡
¿Leíste eso Josep? Ya hay uno que cayó en nuestra trampa mortal...
No en serio, Imágenes: Creéme que la película te va a impactar para bien. Para mí fue todo un hallazgo.
Je, je. otro al saco, Faraway... ;-)
Claro que lo leo: estoy al acecho... ;-)
Un abrazo.
Hola faraway
Lenny es un coctel molotov, sin duda la mejor película de Bob Fosse (incluyendo a la excelente Cabaret).
Una lástima que no haya una buena reedición en DVD.
Saludos,
r.
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