A falta de historia, buenos son los bichos
En Hollywood a veces se da que segundas partes son mejores que las primeras, y es algo que suele suceder cuando el director de la secuela es el mismo que el de la primera de las entregas. Esto se explica porque los productores, ya menos temerosos de que el cineasta les haga perder su preciada inversión, dejan de imponerle lineamientos y le permiten actuar con mayores libertades. Es lo que ocurrió con Sam Raimi en El hombre araña 2, con Bryan Singer y X-Men 2, o con Gore Verbinski y la segunda de Piratas del caribe, en los tres casos con mejores logros cinematográficos que en las contenidas primeras partes.
En esta nueva entrega de Hellboy, Guillermo del Toro redobla su apuesta por lo que sabe hacer mejor: saca a relucir una extensa galería de personajes monstruosos, cuya variedad podría ser comparable a la de las películas de Jim Henson (Laberinto, El cristal oscuro). Los diseños son excepcionales, y para generar semejante bestiario parece haber tomado inspiración de las más variadas fuentes: un gigantesco espíritu de los bosques se parece al del largometraje japonés La princesa Mononoke, aparecen insectos voladores de amplia dentadura que se asemejan a los Isz del cómic The Maxx, un coloso de piedra es puro Harryhausen, una cantidad de híbridos surrealistas recuerdan a las demenciales creaciones del artista Dave McKean. También emergen monstruos más singulares al estilo de del Toro, como un ángel de la muerte con ojos en sitios insospechados (allí también hay un dejo de H.R. Giger). Y no es menor que el director ha demostrado que aún hoy puede asombrarse a una audiencia con bestias corpóreas, si se posee el espíritu y la imaginación necesarias. La impagable escena en que los protagonistas se adentran en un mercado troll recordará a muchos nostálgicos a aquel opresivo y extraordinario paso de Skywalker y compañía por una cantina en Tatooine, hace ya más de treinta años.
Pero está visto que los guiones no son el fuerte de del Toro. Un resentido príncipe de un mundo oculto decide rebelarse contra los suyos y contra la humanidad entera porque no puede tolerar que el ser humano y su codicia acaben por destruir la tierra. Es así que se propone resucitar al ejército del título, dormido desde épocas ancestrales y dotado del poderío suficiente como para erradicar de una vez y para siempre al hombre. La anécdota no es precisamente el colmo de la originalidad, pero el problema principal es la falta de coherencia en buena cantidad de sus giros narrativos. Varias de las decisiones de los personajes no son congruentes con sus perfiles: Abe, el amigo acuático de Hellboy, se supone que es inteligentísimo pero opta por negociar con el enemigo a sabiendas de que las consecuencias van a ser catastróficas. El malo no quiere matar a Hellboy cuando puede, no puede matarlo cuando quiere, y a los pocos minutos le está pidiendo que se una a su causa, sin entenderse el por qué de tantos cambios de idea. Un determinante autosacrificio tiene lugar en el momento menos conveniente. Así, la historia avanza mediante giros forzados que juegan en contra de su coherencia interna. No es que sea algo demasiado grave, y por suerte hay una buena cantidad de bicharracos, escenas de acción y buenos chistes que ayudan a compensar esos descuidos.
En esta nueva entrega de Hellboy, Guillermo del Toro redobla su apuesta por lo que sabe hacer mejor: saca a relucir una extensa galería de personajes monstruosos, cuya variedad podría ser comparable a la de las películas de Jim Henson (Laberinto, El cristal oscuro). Los diseños son excepcionales, y para generar semejante bestiario parece haber tomado inspiración de las más variadas fuentes: un gigantesco espíritu de los bosques se parece al del largometraje japonés La princesa Mononoke, aparecen insectos voladores de amplia dentadura que se asemejan a los Isz del cómic The Maxx, un coloso de piedra es puro Harryhausen, una cantidad de híbridos surrealistas recuerdan a las demenciales creaciones del artista Dave McKean. También emergen monstruos más singulares al estilo de del Toro, como un ángel de la muerte con ojos en sitios insospechados (allí también hay un dejo de H.R. Giger). Y no es menor que el director ha demostrado que aún hoy puede asombrarse a una audiencia con bestias corpóreas, si se posee el espíritu y la imaginación necesarias. La impagable escena en que los protagonistas se adentran en un mercado troll recordará a muchos nostálgicos a aquel opresivo y extraordinario paso de Skywalker y compañía por una cantina en Tatooine, hace ya más de treinta años.
Pero está visto que los guiones no son el fuerte de del Toro. Un resentido príncipe de un mundo oculto decide rebelarse contra los suyos y contra la humanidad entera porque no puede tolerar que el ser humano y su codicia acaben por destruir la tierra. Es así que se propone resucitar al ejército del título, dormido desde épocas ancestrales y dotado del poderío suficiente como para erradicar de una vez y para siempre al hombre. La anécdota no es precisamente el colmo de la originalidad, pero el problema principal es la falta de coherencia en buena cantidad de sus giros narrativos. Varias de las decisiones de los personajes no son congruentes con sus perfiles: Abe, el amigo acuático de Hellboy, se supone que es inteligentísimo pero opta por negociar con el enemigo a sabiendas de que las consecuencias van a ser catastróficas. El malo no quiere matar a Hellboy cuando puede, no puede matarlo cuando quiere, y a los pocos minutos le está pidiendo que se una a su causa, sin entenderse el por qué de tantos cambios de idea. Un determinante autosacrificio tiene lugar en el momento menos conveniente. Así, la historia avanza mediante giros forzados que juegan en contra de su coherencia interna. No es que sea algo demasiado grave, y por suerte hay una buena cantidad de bicharracos, escenas de acción y buenos chistes que ayudan a compensar esos descuidos.
Publicado en Brecha el 24/10/2008
8 comentarios:
Muy de acuerdo con vos, me parece que tiene muchos giros incoherentes y, lamentablemente, sí me parece que este asunto termina perjudicando bastante a todo el film. A mí me resultó, después de los primeros 40 minutos, un desfile de criaturas de concepción y diseño geniales, sí, pero que me aburrió bastante por no ser otra cosa que eso: un desfile de criaturas. Además, ¿no tiene la película una batalla (la de ese monstruo que nace de la semilla en contacto con el gua) con mucho de final y desenlace narrativo en el medio de su metraje? Muy raro eso, porque esa escena tiene más emoción y vuelo creativo que la batalla final con ese ejército que, de tanto nombrarse, termina pareciendo menos peligroso que el mal genio del mismo protagonista.
Saludos,
Hernán
La verdad es que Hellboy I estaba mucho más redonda, los baches del guion en esta entrega son grandes sobre todo no se entiende porque el malo después de salir del mercado lo manda a pelear con el espiritu del bosque y se queda mirando para después irse.
En fin, a pesar de esto tiene momentos que están muy bien , además de diseño de los "bichos", como la escena del duo vocal post-borrachera de Hellboy y Abe.
Tampoco hay que olvidar que es uno de los pocos personajes del cine actual que todavía fuma.
Se me hizo un poco excesiva la cantidad de "bichos", algunos como el de la parca parecian un poco descolgados en la trama(y recordaban mucho al laberinto del fauno) , supongo que a lo mejor en la historia original del comic de Mignola estaba desarrollado de mejor manera.
Estoy en desacuerdo con que del Toro no tiene buenos guiones, pues en "El laberinto del fauno" y "El espinazo del diablo" los guiones son bastante redondos.A lo mejor es porque en estas peliculas que son mas "caseras" (de producción española bha) no hay tanta tijera.
ahh.. y me olvidaba lo espantoso y obvio de la publicidad "encubierta" de la cerveza "Tecate".
Yo creo que el guión perjudica, y, mucho, a la película. Desdibuja a los personajes (Selma Blair se convierte en una novia histérica de lo más vulgar, con lo prometedora que er su pátina trágica de la primera parte), la historia da aldabonazos sin sentido, y alguna escena es de risa (Hellboy y Krauss peleando contra todo el jodido Ejército Dorado y los otros mirando. Sólo les faltan las palomitas). A pesar de los bichos, y alguna secuencia con potencia lírica, una enorme decepción. Saludos.
Está bien, gente, estamos de acuerdo que más allá de "lo visual" esta película no tiene mucha sustancia para ofrecer... Ahora, como pregunta el Evangelio: "¿Qué salisteis a ver?" (Mt. XI, 9) :) No es Fellini, no es Truffaut, es una historieta. Repito, UNA HISTORIETA, cuyos protagonistas son un "demonio", un "hombre-pez", un "hombre-gas" (que no es lo mismo que un tipo al p*do :) y una mujer en llamas. En resumen, un delirio, con el nivel de coherencia que se le puede pedir a un delirio. Una buena película para pasar una tarde de domigo como hizo su servidor. Y por cierto, lloré de la risa cuando Hellboy y Abe se agarran una curda de aquellas, mientras escuchan a Barry Manilow cantando eso de "You know I can't smile whitout you". Imperdible. Saludos. (A propósito, "lonnie blues" es un seudónimo; mi verdadero nombre es DARK KNIGHT... HAHAHAHAHAHAAAAAA)
Salú Hernán. Es verdad eso del clímax en la mitad de la película, y un final que no llega a mucho. A mí me da la impresión de guión hecho a las apuradas y sin demasiados cuidados. Es una lástima, sobre todo sabiendo del entusiasmo con que los creadores se vuelcan a esto.
Mucha suerte en el BARS, si das con algo interesante, házmelo saber.
¡Oldboy! Claro, omití el detalle de que Hellboy es de los pocos personajes políticamente incorrectos que se les da por fumar y beber como desquiciado, como si fuese su último día en este mundo. ¡Brindo por ello!
Te concedo que el guión de la primera era más "redondo", pero me parece que esta levanta más vuelo, y esa abundancia de bichos me parece que le suma a la película en vez de restarle, pero bueno, en esto no podremos estar del todo de acuerdo...
No conocía la marca de cerveza "Tecate" je, se nota que acá en Uruguay estoy a salvo de algunas cosas...
Marc, je, muy cierto lo que decís de las palomitas, no me había percatado. Qué pena que no te haya gustado, yo no le doy demasiada importancia al guión porque la peli me llevó y me mantuvo entretenido y medianamente asombrado durante todo el metraje, y esto me lleva a contestarle al amigo...
Dark Knight!!! Qué bueno tenerte por acá. ¿Desde cuaundo tu nombre va con t final?
El punto es que a mi parecer un guión algo incoherente le quita puntos a cualquier película, sea del género que fuere. Así, películas de aventuras como las primeras Indiana Jones, King Kong (la primera), La fortaleza escondida, todo Miyazaki, el mejor cine de terror o ciencia ficción e incluso las mejores historietas, gozan de una coherencia interna a prueba de balas.
En serio, es muy difícil encontrarles fisuras en su coherencia interna a las grandes obras de géneros, más allá de lo delirantes que puedan ser, y eso, creo yo, las vuelve aún más memorables.
Veo igual que a ninguno de la barra le gustó tanto Hellboy 2 como a vos o a mí. Veo que al fin coincidimos. Espero que sigamos en sintonía.
Abrazo general!
A mi la verdad me desespero la cinta, creo que Del Toro se dejo ir y puso tanto engendro se le ocurria. Creo que prefiero la primera parte, aunque ya me han dejado de hablar por esa afirmación, jejeje...
Lo de los guiones, creo que no coincido del todo contigo, casi como los COen, parece que Del Toro mientras realiza una historia más densa y oscura, se relaja haciendo de forma paralela una historia mas liviana y cotorra. Cronos tenia un guión soberbio y El Espinazo me parece qu también.
Lo de la Tecate, pos él es re fan de esa chela, jejeje, le promociono por tanta briaga que lleva recorrida
Estimado Faraway: "Knight" (esto es, "caballero", en el sentido "medieval" del término) lleva una "t" al final, al menos desde que yo conozco la palabra. Ocurre que en el "otro" sitio parece que los seudónimos ("nicknames" o "nicks") tienen un límite de caracteres, por lo tanto siempre aparezco en los comentarios como "Dark Knigh" (si queremos una traducción "macarrónica", esto sería algo así como "Oscura Knoch(e)" :D :D) ("Noche" - "night" - también lleva una "t" al final.)
En este sitio, mi seudónimo es "lonnie blues" y mi blog es "Cables Blindados" (http://cablesbindados.blogspot.com/) Desde ya, espero tu visita. No sé por qué aparecí como "Anónimo", pero ¡lo qué me costó mandar este comentario! A cada rato me pedían una confirmación, como si fuera un sacerdote católico :D :D En fin, por lo menos llegó.
Estamos de acuerdo en que la "coherencia interna" es un plus en cualquier película - casi se diría que está en la tapa del libro. No estoy seguro hasta dónde esa coherencia se logra siempre al 100% en todos los casos. Recuerdo, para el caso, el primer "Batman" (¡cuándo no! :D :D) de Tim Burton. Con toda razón en esta oportunidad, la crítica señalaba precisamente que el relato hacía agua por varios lados, aún sin discutir la calidad sobrecogedora y delirante de las imágenes de la película. Pues bien, viendo los "making of" de la película en DVD, encontramos que el vapuleado guionista Sam Hamm en realidad había armado la historia de otra manera, excluyendo algunas cosas que luego fueron añadidas al film un poco a las apuradas. "Yo nunca escribí esa escena en la que Alfred lleva a Vicky Vale a la Baticueva" declara un indignado Hamm. "Estoy de acuerdo con los que dicen que esa escena es descabellada. Yo les digo que ése fue el último día de trabajo de Alfred en la Mansión Wayne".
Es decir que muchas veces, en el proceso de realización y "armado" de una película, la "coherencia" queda por el camino... lo cual en algunas ocasiones pesa más o menos. Se dice que "Blade Runner" es una película a ratos incoherente, y no dudo que así sea... Yo por mi parte prefiero pensar que en esos casos en los que la calidad visual (la "estética") del film parece superar las debilidades del argumento, la "coherencia" de esas películas es la misma que la de los sueños o pesadillas. Mientras soñamos, somos "conscientes" de alguna forma, de la absurdidad de nuestros sueños, pero al mismo tiempo "sabemos" de alguna forma que son "coherentes", que tienen su "lógica" más allá de lo racional.
Recientemente volví a ver esa magnífica pesadilla filmada que es "Solaris" de Tarkovskii, y pude comprobar una vez más que en este caso - además de una obra maestra del cine en el que cada encuadre es prácticamente un "cuadro" - la película es tan agobiante y coherente y a la vez incoherente como un mal sueño. Un grandioso mal sueño, por cierto.
Pero en fin, para "Hellboy", reitero lo dicho: es una historieta filmada, no exenta de surrealismo visual, pero (me parece) sin más pretensiones que la de ser una película "de entretenimiento", lo cual es perfectamente válido. Yo también me alegro de que la hayamos disfrutado y de que "coincidamos" (¡por fin! :D ) en la apreciación.
Saludos.
Dark Knight - Lonnie Blues.
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