Si hay un director que ha sabido plasmar con claridad las miserias de la era postindustrial no es otro que el malayo Tsai Ming-liang, integrante de una imponente avanzada de cine taiwanés, entre los que se destacan figuras como Edward Yang (RIP), Hou Hsiao-hsien y Wang Xiaoshuai. En su cine los personajes deambulan por decadentes entornos urbanos en los que la polución y la podredumbre vienen invadiendo todo, obstruyendo la cotidianeidad, influyendo negativamente en los estados anímicos y en la calidad de vida.
Todas las películas de Tsai exponen a sus personajes en situaciones degradantes y chocantes, rasgo que en otro contexto podría interpretarse como un acto de sadismo pero que, gracias a la discreción de su abordaje y al fiel seguimiento a los protagonistas, acaba revelando compasión y hasta empatía por ellos. El personaje principal de esta película no es otro que Hsiao-kang (Lee Kang-sheng, cuya cara de desgraciado supera a la de cualquiera), presente en otros cuatro títulos del autor, y aquí se ha convertido en un actor de películas porno de bajísimo presupuesto y de producción tan industrial como mecánica. Taiwan atraviesa una sequía tremenda, y en la televisión se recomienda a la población almacenar agua y comer sandía, pues se anuncian prolongados cortes. Así, el protagonista se baña en el tanque de agua del último piso de un edificio, y su novia aprovecha para robar agua de los baños públicos. La película es de un humor negro bizarrísimo, y lanza ácidas burlas a la industria pornográfica, mostrando rodajes en los que las cámaras parecen querer introducirse dentro de las actrices, y en donde en definitiva no importa demasiado si ellas están vivas, inconscientes o medio muertas.
Al igual que en The hole, la película alterna larguísimas y silenciosas tomas en las que se enfoca a los personajes en su accionar cotidiano, y ridículos y festivos números musicales, de un kitsch deliberado. Si bien es cierto que los tramos musicales amenizan un poco los distendidos ritmos –películas del mismo director como El río o Viva el amor eran insufriblemente lentas- de igual manera se le hubiesen agradecido al realizador unos cuantos minutos menos de metraje. La advertencia debe ser triple: jamás podría recomendarse la película a espíritus sensibles en lo referente al sexo –aunque no pornográficas, varias escenas son algo explícitas y hasta grotescas- no es digerible para los que no toleran el ridículo o el absurdo más desmedido, ni compatible con ciertas sensibilidades inquietas: La nube errante no es la excepción en la filmografía de Tsai, se trata de una película muy lenta. Eso sí, los detractores más acérrimos del director deberían concederle tres aspectos: 1) Tsai es uno de los cineastas más originales de nuestros tiempos, 2) sus películas radiografían brillantemente realidades alarmantes, 3) cada una de sus obras regala escenas imborrables, que quedarán grabadas a fuego en la psiquis del espectador. En este caso, la espera tiene su compensación.
Todas las películas de Tsai exponen a sus personajes en situaciones degradantes y chocantes, rasgo que en otro contexto podría interpretarse como un acto de sadismo pero que, gracias a la discreción de su abordaje y al fiel seguimiento a los protagonistas, acaba revelando compasión y hasta empatía por ellos. El personaje principal de esta película no es otro que Hsiao-kang (Lee Kang-sheng, cuya cara de desgraciado supera a la de cualquiera), presente en otros cuatro títulos del autor, y aquí se ha convertido en un actor de películas porno de bajísimo presupuesto y de producción tan industrial como mecánica. Taiwan atraviesa una sequía tremenda, y en la televisión se recomienda a la población almacenar agua y comer sandía, pues se anuncian prolongados cortes. Así, el protagonista se baña en el tanque de agua del último piso de un edificio, y su novia aprovecha para robar agua de los baños públicos. La película es de un humor negro bizarrísimo, y lanza ácidas burlas a la industria pornográfica, mostrando rodajes en los que las cámaras parecen querer introducirse dentro de las actrices, y en donde en definitiva no importa demasiado si ellas están vivas, inconscientes o medio muertas.
Al igual que en The hole, la película alterna larguísimas y silenciosas tomas en las que se enfoca a los personajes en su accionar cotidiano, y ridículos y festivos números musicales, de un kitsch deliberado. Si bien es cierto que los tramos musicales amenizan un poco los distendidos ritmos –películas del mismo director como El río o Viva el amor eran insufriblemente lentas- de igual manera se le hubiesen agradecido al realizador unos cuantos minutos menos de metraje. La advertencia debe ser triple: jamás podría recomendarse la película a espíritus sensibles en lo referente al sexo –aunque no pornográficas, varias escenas son algo explícitas y hasta grotescas- no es digerible para los que no toleran el ridículo o el absurdo más desmedido, ni compatible con ciertas sensibilidades inquietas: La nube errante no es la excepción en la filmografía de Tsai, se trata de una película muy lenta. Eso sí, los detractores más acérrimos del director deberían concederle tres aspectos: 1) Tsai es uno de los cineastas más originales de nuestros tiempos, 2) sus películas radiografían brillantemente realidades alarmantes, 3) cada una de sus obras regala escenas imborrables, que quedarán grabadas a fuego en la psiquis del espectador. En este caso, la espera tiene su compensación.
Publicado en Brecha 12/12/2008
10 comentarios:
Las reseñas que recuerdo de esta peli, compa Diego, hablaban siempre de un producto bastante exótico. Ya veo que tú redundas en esa línea, pero también aportas otras muchas consideraciones de bastante interés. A ver si algún día hay ocasión de contrastarlas...
Un fuerte abrazo y buen fin de semana.
Manu, creo que si no tenés problemas para entrarle al cine de Serra estás plenamente habilitado para ver las pelis de Tsai. La que vi recientemente y que me parece su obra máxima es "I don't want to sleep alone". "The hole" está muy bien, también.
Gran abrazo!
Diego! Yo soy uno de esos detractores, sin lugar a dudas.
Igual, coincido totalmente en un punto al que hacés referencia dentro del texto: la originalidad de Tsai. Originalidad que, admito, no despierta en mí ninguna emoción.
Es que me cuesta muchísimo disfrutar del cine de Tsai; aunque sé que no soy el único.
De hecho, en las listas de fin de año para el blog me pidieron que elija un film estrenado este año en la Argentina que considere sobrevalorado... y bué, mi voto fue para La nube errante (cuyo estreno en salas argentinas fue en DVD ampliado perjudicando la imagen).
Saludos Diego!!
EV
Ezequiel, La nube errante no me gusta particularmente, de hecho, estoy de acuerdo en que se ha sobrevalorado bastante.
Creo que ya te lo había dicho una vez, a mí el cine de Tsai me atrae en su radicalidad. Siempre estoy pendiente de ver su última película, aunque al fin y al cabo no las disfrute demasiado.
Lamentablemente las proyecciones en dvd se están convirtiendo en una plaga. Para ir a ver esas funciones prefiero ver las películas en la pantalla de mi computadora, fuera de joda.
Te mando un abrazo Ezequiel, y que pases bien estos días.
Sí Diego, a mi me pasa exactamente lo mismo con las proyecciones en DVD ampliado; por ende también prefiero quedarme a ver los films en casa.
Que la pases muy bien en estas fiestas!!
Abrazo!
EV
Me cuesta mucho trabajo el cine de Tsai (bueno, solo he visto Goodbye Dragon Inn) No por su suavidad de contar las cosas, sino porque a veces es demasiado taciturno, jeje
Yo se que no es excusa, pero si me cuesta. La verdad es que Dragon Inn no se me hace mala película, asi que voy a buscar esta que hablas tan bien de ella.
Saludos
Ad, ese es el tema, cae pesado pero al fin y al cabo uno queda con la impresión de que vio buenas películas. La muestra de que no todo el cine es para "entretener" en el sentido más clásico.
Ad, lo mismo que le dije a Manu: no me parece la mejor de Tsai. Recomiendo mucho más The hole o, aún mejor, I don't want to sleep alone.
Te mando un gran abrazo y que pases muy bien las fiestas.
Faraway, muchas conclusiones ciertas se han sacado del cine de Tsai, originalidad, sentido taciturno, silencioso y contemplativo de la vida, una arraigada explicitación del aburrimiento y bueno, el hacer buen cine. No estoy de acuerdo con los que dicen que el gran cine debe ser aburrido y plagado de significaciones o meditaciones, digamos Antonioni o Tarkovski, pero tampoco estoy de acuerdo con los que tildan de una mierda por eso, cada cineasta tiene mil formas de expresar su universo y unos de forma más "convencional" triunfan como ser los Coen, otros como Tarkovski eligen una filosofía cinematográfica mucho más lenta e intrincada, pero igual de maravillosa, otros se escudan en el aburrimiento y en la confusión para hacer demagogia y decirse grandes cineastas, pero en Tasi veo un muy buen cineasta, no un demagogo, un director con un universo tremendamente suyo, un universo del silencio que de forma más radical comparte con por ejemplo Kaurismaki o Jarmusch. Recién conseguí Goddbye Dagron In y le hincaré el diente en breve. Un abrazo!!!
buscando y rezando encontrarlas
Buenas.
Vi esta película en un festival. La sala era grande y estaba hasta la bandera, como suele decirse. La mayoría de la gente fue a verla por el supuesto exotismo que destilaba el cartel, etc… las risas, abucheos, y carcajadas empezaron bien pronto. A mi la película me pareció interesante. Quizá me hubiese gustado más sin el escándalo y el cachondeo que se traía media sala. Eso si, apuntas lo de los números musicales… también creo que mi valoración del film habría sido mayor sin estos.
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