martes, 29 de diciembre de 2009

Find me guilty (Sidney Lumet, 2006)

Desacato en la corte


Que Find me guilty, una película dirigida por el veterano Sidney Lumet y protagonizada por Vin Diesel no haya sido estrenada en el Uruguay en ningún formato, es una injusticia difícil de comprender, considerando la cantidad de basura que llueve a diario desde Estados Unidos. Es que a pesar de ser la obra de un octagenario, se trata de un filme increíblemente fresco, vital, atrevido y singularmente entretenido. Y quizá lo que más llama la atención de la propuesta es que, como anuncia un cartel al comienzo, no sólo está basada en hechos reales, sino que además la mayoría de los diálogos que tienen lugar en el juzgado -su locación principal- son testimonios reales, como para confirmar una vez más que la realidad suele ser, de lejos, mucho más desquiciada que la ficción.
La película se centra en el caso DiNorscio, un juicio sin precedentes en el cual se sentó en el banquillo a 20 miembros de la familia Lucchese, y que fue el proceso criminal más largo de la historia de Estados Unidos. El gobierno partía de una investigación que le llevó diez años y que le costó millones de dólares a los contribuyentes, y de allí surgió una cantidad abrumadora de pruebas (ochocientas cincuenta) y de testigos que reafirmaban el fuerte vínculo de la familia con la mafia organizada. En el juicio se presentó además una situación atípica: uno de los acusados, el narcotraficante “Jackie Dee” DiNorscio prefirió prescindir de abogados y, pese a no tener experiencia ni conocimientos legales, apeló a la instancia del pro se, es decir, de defenderse a sí mismo en la corte.
Muchos espectadores occidentales ya están familiarizados con los procesos legales de Estados Unidos por haberlos visto repetidas veces en series y películas, y probablemente sepan mucho más de ellos que de los existentes en su propio país. Hemos visto infinidad de veces esos amplios tribunales en los que los abogados se pasean por el estrado con su discurso, tratando de convencer a un jurado compuesto por gente común de la inocencia o la culpabilidad del acusado. En esta película Lumet vuelve a este contexto y a uno de sus géneros predilectos -hace ya 52 años lo hacía con su obra maestra Doce hombres en pugna- pero con grandes diferencias. En primer lugar, lo que hace aquí es invertir la lógica clásica de buenos y malos, presentando como principal protagonista al mismo Di Norscio, un delincuente espontáneo, amable y encantador, que se pasa haciendo chistes y siendo llamado al orden por el juez. Asimismo el fiscal es un pendenciero que juega sucio, que se vale de medios reprobables para lograr un cometido vital, estimable y compartible: encarcelar a los mafiosos.
En esta demencial inversión de roles el espectador se calza los zapatos de un narcotraficante poco letrado, maravillosamente encarnado por un actor del que era dificil sospechar que sabía actuar, ya que a Vin Diesel sólo lo habíamos visto en una veintena de películas de acción berretas. Aquí está irreconocible, avejentado y subido de peso, y lo cierto es que sabe darle al protagonista los elementos necesarios para volverlo un personaje querible, con matices y hasta dejos de violencia contenida que permiten entrever su irascibilidad. Quizá la clave para comprender la filosofía y la forma de ser de este personaje esté en un conciso diálogo que tiene con su hija, en el que ella le reprocha que se preocupe tanto por todo; a lo que él responde, entre risas: “sólo por la familia, es lo único que importa. Lo demás importa tanto como un pedo en un huracán”.
La música inquieta de algunos tramos da cuentas del tono lúdico de la aproximación de Lumet; al comienzo vemos a un drogadicto tenso y en crisis, a punto de cometer un crimen, y como fondo musical suena “When you're smiling” de Louis Prima. Una tórrida escena en una cárcel viene acompañada por un contagioso jazz. Find me guilty es, en definitiva, una desopilante crítica al sistema judicial estadounidense, y una obra cínica, de perversa socarronería. Y como pocas, deja la idea de que la metrópoli está necesitada de serias reestructuras.


Publicado en Brecha 18/12/2009

2 comentarios:

babel dijo...

Sidney Lumet es un magnífico director del que he visto menos películas de las que quisiera, entre ellas esta que reseñas. Sidney Lumet mas Vin Diesel... uf, habrá que verlo! Porque el sr Diesel en este tipo de registro, así a priori no lo veo. Tomo nota pues.

Bueno, y desearte un buen comienzo de año, nos leemos!

Diego Faraone dijo...

Babel, no te vas a arrepentir. ¿Acaso alguna vez te defraudé? Abrazooo