viernes, 12 de julio de 2013

Mi villano favorito 2 (Despicable me 2, Pierre Coffin, Chris Renaud, 2013)

Repetirse con talento 


La empresa de animación Illumination Entertainment no es precisamente una productora “independiente” -habría que analizar y discutir qué puede denominarse hoy con ese término-, su creador Chris Meledendraki fue nada menos que el presidente de la 20th Century Fox Animation, y estuvo detrás de proyectos de la talla de La era del hielo, Robots, y Horton y el mundo de los quién. Cuando se abrió de la Fox, Meledendraki creó esta nueva compañía con la financiación de Universal Pictures, utilizando sus vías de distribución. De todas formas, Illumination asegura mantener el control creativo como una productora independiente. 
Para dispersar un poco las sospechas y prejuicios que despiertan las secuelas, conviene decir que este no es tan sólo otro caso de un éxito comercial que se repite buscando exprimir aún más una gallina de huevos de oro (bueno, en parte seguramente lo sea), sino que parece distanciarse del refrito o del espectáculo inflado e inútil ofreciendo sus buenas dosis de inteligencia, gracia y desenfado. En primer lugar, conviene decir que no se acudió a otro cineasta para dirigir esta secuela sino que los mismos Pierre Coffin y Chris Renaud, -los mismos de la primera entrega- son quienes llevaron adelante el proyecto, y que los libretistas también son los mismos de aquélla. Así que se puede hablar de un equipo creativo idéntico y sumamente consistente. 
Y es algo que se nota. También se nota que parte del éxito de la primera entrega fueron los "minions", unos acólitos humanoides cilíndricos y amarillos que parecen seguir órdenes pero que ante todo se rigen por el principio de placer, divirtiéndose con sonidos de pedos, desplegando maldades entre sí, aprovechando toda oportunidad de entregarse a la juerga. En consiguiente, los minions tienen un protagonismo especial, funcionando como contrapunto humorístico a la trama. Nota aparte: estos personajes van a protagonizar un largometraje ya anunciado, Minions, seguramente incurriendo en la errónea concepción de que los personajes secundarios pueden ser centrales (recordar las muy olvidables Timón y Pumba, Tinkerbell, El gato con botas). 
Lo que en Mi villano favorito funcionaba y muy bien, la sagacidad de los personajes orientada a hacer el mal, sus inventos excéntricos, infantiles y delirantes, su encanto a pesar de todo ello y la fuerza del gag bien concebido (instancias humorísticas carentes de diálogos, es decir, basadas en la pura acción) aquí se encuentra muy bien desplegado y dosificado. Los personajes tienen todos su espacio, su perfil y su encanto particular incluidos los nuevos, algún villano divagante y una impetuosa y torpe agente secreto que trae la excusa de un nuevo amorío. Si bien la anécdota no es el colmo de la originalidad, la película funciona como entretenimiento por todos estos elementos atractivos y dispersos, que son estructurados hábilmente y con buen ritmo en un guión coherente. Y si alguno no queda del todo satisfecho, esos minions haciendo sus irresistibles covers de “I swear” y “YMCA” en los últimos tramos seguramente lograrán ganárselo. 

Publicado en Brecha el 12/7/2013

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