Lo primero que llamará la atención a muchos espectadores es el tono desenfadado, libre y volátil con que una película de superhéroes norteamericana exhibe la violencia y verbaliza cuestiones relativas al sexo. Quizá por ser una coproducción inglesa-norteamericana y no haber sido producida desde las grandes compañías, quizá por no haberse pensado para recaudar ganancias multimillonarias, y seguramente por no haber sido concebida como entretenimiento familiar, aquí las heridas sangran, las espadas dañan y destrozan, los balazos atraviesan los cuerpos salpicando hemoglobina. Puede parecer un aspecto banal, pero muchos estábamos un tanto hartos de que en las películas del género los personajes se golpearan y masacraran durante un buen tiempo sin que se viera ni una sola gota de sangre. Y más atípico aún es que aquí haya un superhéroe adolescente que utilize buena parte de su tiempo vital en masturbarse, o que él y sus pares hablen de sexo con absoluta gracia y naturalidad.
Claro que estos son detalles que a lo sumo podrían aportarle a una película un toque atractivo y bizarro, y los verdaderos méritos de Kick-Ass se encuentran en otro lado. El director británico Matthew Vaughn es relativamente desconocido -había filmado tan sólo dos largometrajes que pasaron desapercibidos: Stardust y Layer cake- y logró aquí una divertidísima sátira/homenaje (toda sátira es al mismo tiempo un homenaje) al cine de superhéroes, donde el protagonista se arriesga a sublimar su fantasía de ser un paladín de la justicia, pero choca brutalmente contra la más despiadada realidad. Vaughn logra una superficie terrenal, donde los miedos están aterrizados, los golpes se sienten y duelen, y el personaje adolece, según sus propias palabras, de la “perfecta combinación de optimismo e ingenuidad” para abocarse a una iniciativa demencial. Y por supuesto que este terreno realista será anárquicamente destrozado en mil pedazos con la aparición de los superhéroes. Vaughn logra, además, despertar carcajadas y a los pocos minutos un nerviosismo sistemático; el ritmo es endiablado y el montaje paralelo permite que se acumulen tensiones simultáneas. Una divertidísima trama romántica corre al mismo tiempo que una grave y seria, en la cual campea la traición y la muerte.
Y un dato no menor es la excelente composición de personajes; algo que demuestra, quizá mejor que ningún otro detalle, el magnífico dominio del medio del director. Hasta un matón que aparece fugazmente y será eliminado a los pocos segundos se vuelve un personaje memorable gracias a los gestos, el lenguaje corporal, la espacialidad, el montaje y el lugar que el director-coguionista le otorga dentro del relato. Ya podría hablarse de un nuevo cine que entrecruza la mejor comedia norteamericana con lo mejor del cine de géneros mundial, y que este último año ha generado un tríptico fundamental, inesperadamente disfrutable y querible: ¿Qué pasó ayer?, Zombieland y esta grandiosa Kick-Ass. Como para reconciliarse con el cine norteamericano.
Publicado en Brecha el 10/9/2010
4 comentarios:
Ví esta peli, compa Diego, cuando se estrenó en pantalla grande en España, hace unos meses, y, además, cometí la temeridad –no se me había ocurrido informarme en detalle previamente del tono y corte del producto- de ir con toda la familia (mi mujer y mi peque) a verla. Madre mía, madre mía... Lo cierto es que es una auténtica marcianada, una de esas pelis sobre las que soy absolutamente incapaz de “mojarme” en cuanto a calidad (no sé si es buena, mala o todo lo contrario, como decía aquel...), pero lo que sí tengo claro, y es algo que tú apuntas en cierto modo en tu reseña, es que terminará por convertirse en un film de culto “de libro”, seguro que sí... Un fuerte abrazo y buen fin de semana.
si, sencillamente Kick Ass, le patea culos al cine acomodaticio norteamericano, yo la pongo en la trilogia con Machete y The Expendables...
saludos muy buen blog...
Ahhhh... ¿qué podemos decir de Kick-Ass, salvo que es hermosa?
Tiene escenas geniales, está muy bien filmada y vuela sangre para todos lados, como debe ser.
Hit Girl es memorable.
En el momento en que Big Daddy le dispara a Hit Girl bajo la condición de ir al bowling más tarde, me di cuenta que la película prometía---
Así que la pausé (no siempre tengo medios/tiempo para ir al cine), me acomodé en mi mejor sillón y me dispuse a disfrutar.
Muy altamente recontra recomendable.
Qué curioso Manuel, a mí me resultó inmensamente divertida y hasta adictiva. Bueno, ya le darás una segunda oportunidad y te quitarás las dudas.
Goddamn, veremos Machete y The expendables con interés, aunque no soy tan entusiasta ni optimista...
Claro que sí Molly!! Gracias por dejar el comentario. En este blog hace falta entusiasmo para reafirmar mi entusiasmo. Estás contratada, je.
Gran abrazo!
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