sábado, 8 de octubre de 2011

The ABCs of death y T is for time


La idea es llamativa y no puede decirse que no sea original: un concurso de cortometrajes de ficción vía Internet, lanzado por la distribuidora Drafthouse Films, en el que se aspira a lograr una “singular antología” que sea “una celebración de la muerte en todas sus formas, desde la shockeante y exótica hasta la humorística e hilarante”. Los cortos son subidos por cineastas emergentes de todas partes del mundo y colgados en el sitio web, para que los vea cualquier visitante interesado. Allí reciben votos de aprobación, y el que sea más votado en el plazo de un mes queda seleccionado para formar parte de un largometraje titulado The ABCs of death en el que convivirá junto a 25 cortos más, dirigidos por directores consagrados entre los que se destacan los geniales Nacho Vigalondo (Los cronocrímenes), Marcel Sarmiento (Deadgirl) y Banjong Pisanthanakun (Shutter) y otros más que interesantes como el estadounidense Ti West (House of the devil), el animador danés Anders Morgenthaler (Princess) el francés extremo Xavier Gens (Frontiéres) o el bizarrísimo Yoshihiro Nishimura (Tokyo gore police) entre otros. El largometraje será un recorrido por el abecedario, desde la A a la Z, donde a cada director le será asignada una letra que deberá asociar con la forma de muerte expuesta o sugerida en su corto.
El ganador del concurso se lleva 5 mil dólares, más la oportunidad de aparecer en un largometraje de estas características. La letra designada para los concursantes es la T, y por tanto los títulos en competición llevan como nombre “T is for …” quedando la palabra asociada a la muerte a criterio del creador. En este momento ya se cerró el plazo de entrega, pero la competición en sí está teniendo lugar ahora mismo, quedando la recepción de votos abierta hasta el 31 de octubre.
Las bases son claras. La duración de la acción no puede superar los cuatro minutos, (el lapso que llevan los títulos de crédito no cuenta) y la acción debía iniciarse y cerrarse con la pantalla en rojo. Es decir, desde las bases mismas se incitó a los directores al gore, y es lo que la amplia mayoría hizo. El británico T is for toilet de Lee Hardcastle es actualmente el más votado –y el que seguramente gane- y es una animación en stop motion, en el que se exponen los miedos de un niño que abandona su pelela y empieza a usar el water. Buen humor, una imaginación desbordante y tripas de plasticina son los elementos que conforman un corto grandioso. El estadounidense T is for tantrum de Jack Perez está muy bien y también está centrada en un niño con miedos, al que se le cae el primer diente y está por recibir la visita del hada de los dientes. El también estadounidense T is for toss de Jenn Rose & Erica Harrelles es un delirio genial y muestra a un grupo de niños con poderes haciéndole maldades gratuitas a una muchacha. T is for table es efectiva y está notablemente filmada, y muestra a un par de amigos descubriendo una mesa de extrañas dimensiones.
La mexicana T is for tamales de Lex Ortega & Sergio Tello y la colombiana T is for thermometer de Rafael Andrés Becerra son parecidas, están bien logradas y se basan en historias verídicas. La primera expone la anécdota de una mujer que vendió tamales rellenos de carne humana y la segunda una que fue aún más horrenda (sí, es eso posible). La mexicana T is for trapped de Julio César García Olvera es una exposición sobre las consecuencias del miedos y la inacción y logra una buena atmósfera, pero por su estilo grueso y de golpe bajo huele un poco a moralina y hasta se parece a un panfleto gubernamental.
Pero entre tanta arma blanca, tripas y sangre a raudales, el cortometraje uruguayo T is for time no tiene ni una gota de sangre y está dirigida por Jeremías Segovia, de 24 años. A pesar de que este cronista se encuentra implicado –es conocido del realizador y tiene una aparición de un par de segundos en el corto- no estaría escribiendo estas líneas si no fuera porque su exposición supera con creces la calidad de la amplia mayoría de los trabajos presentados, y porque además tiene buenas chances de ganar el concurso. El corto carece de diálogos, cuenta con una aparición especial de César Troncoso y trata sobre un empleado de la muerte (Miguel Montedónico) que no parece muy afín a su trabajo. Segovia economiza notablemente sus recursos, utilizando el montaje, la sugerencia y los gestos de sus actores, para exponer sus ideas con claridad, humor, dinamismo y hasta un poco de emoción. Quizá no gane el primer premio, -T is for Toilet es un contrincante difícil- pero está claro que seguiremos oyendo hablar de este novel cineasta.

Publicado en Brecha el 7/10/2011

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