domingo, 25 de diciembre de 2011

Balance 2011

Un año menos

No hay caso, 2011 fue un año flojo para las carteleras uruguayas. Todos los años, a la hora de hacer recuentos y seleccionar películas emergen candidatas poderosas que se debaten con firmeza los primeros puestos, y que suelen quedar al tope de listas especializadas. Yendo hacia atrás, pocos cuestionan que La cinta blanca (Michael Haneke), Gran Torino (Clint Eastwood), 4 meses, 3 semanas, 2 días (Cristian Mungiu), Kill Bill (Quentin Tarantino), Caché (Michael Haneke) o 2046 (Wong Kar-wai) hayan arrasado con laureles y espigas por doquier.
Si habrá sido malo este año que la seleccionada como mejor película internacional por la Asociación de la Crítica Uruguaya (ACCU) fue Medianoche en París de Woody Allen. Está bien, es una película linda, entretenida e inteligente, pero de seguro ninguno de los críticos votantes la pondría al tope de su propio “top ten” anual. Medianoche en París es el típico común denominador que cae bien a todos y que es votado por la mayoría, y que finalmente suma y llega porque ningún otro logró tantas adhesiones. De ahí a que sea realmente la mejor del año, un buen trecho. El resto de las películas verdaderamente importantes son todas algo defectuosas: Incendies del canadiense Dennis Villeneuve es una maravilla de impacto conceptual y cinematográfico, pero tiene algunos facilismos de culebrón melodramático que le restan puntos. Un año más reúne toda la destreza del mejor y más maduro Mike Leigh, pero se centra en una pareja protagónica tan querible e impoluta que cuesta adherir totalmente. Al parecer de este cronista, la más sólida y perfecta de las estrenadas sería Une affaire d’amour de Stéphane Brizé, sobre el surgimiento del amor en una pareja adulta y las terribles consecuencias existenciales que acarrea un hecho tan natural y sencillo. Pero se entiende que no es el tema más original del mundo cinematográficamente hablando –en un registro muy parecido se estrenó este año la también grandiosa Blue valentine (Derek Cianfrance)- y por eso no resalta tanto y cuesta entenderla como un emergente radical o insuperable.
De todos modos hubo películas grandiosas y auténticas revelaciones. En la rama documental un ciclo de Cinemateca nos puso al tanto del magistral Néstor Frenkel, y su Amateur es, de lejos, el mejor documental estrenado este año. Inside Job nos hizo conocer los entretelones de la crisis estadounidense y a Charles Ferguson, quien, junto a Errol Morris y Michael Moore, se alza como otro exponente del documental político norteamericano. En animación la cosa vino floja: al no estrenarse ninguna película de Ghibli ni de Pixar –las dos más grandes compañías de animación del mundo actual- lo que imperó fue un sentimiento de orfandad. De todos modos Enredados es lo mejor que ha dado Disney en décadas y El ilusionista es una bellísima conjunción del cine clásico de Jacques Tati con la actualización y la notable estética del animador Sylvain Chomet. El anime tuvo un festejante momento de exhibición en cinemateca 18, ya que el maestro Makoto Shinkhai brilló e hipnotizó a todos con sus 5 centímetros por segundo y El lugar prometido en nuestra juventud.
Más sabiduría japonesa y emoción auténtica dejó Hirokazu Kore-eda con Un día en familia, hubo claustrofobia bélica en Líbano (Shmulik Maoz), y buenas dosis de esperpento español Balada triste de trompeta (Alex de la Iglesia) y La piel que habito (Pedro Almodóvar); el terror tuvo su momento de maldad e impacto gracias a la oscurísima Insidious (James Wan), hubo entretenimientos yankis más que dignos (El planeta de los simios (Franklin J. Schaffner), Los agentes del destino (George Nolfi), Cowboys vs aliens (Jon Favreau). Europa dio su infaltable dosis de cine social del mejor (La volubilidad de los afectos (Felix Van Greningen), y Fish tank (Andrea Arnold). Por otro lado, la ganadora de la palma de oro en Cannes El hombre que recordaba sus vidas pasadas del tailandés Apitchapong Weerasethakul tuvo el mérito de vender una selva estática y una princesa fornicada por un pez como cine de calidad, y nos llevó a recordar que hay que ser consciente del autismo de muchos especialistas.
Pero la mejor película del año de lejos fue ignorada por críticos y exhibidores, y hubo que conformarse con una triste edición directa a DVD. Se trata de la magistral Nanking Nanking! /Ciudad de vida y muerte del chino Lu chuan, una rigurosa adaptación de época; una intensa, emotiva, humana y trágica aproximación bélica a la invasión japonesa sobre la ciudad del título, en el año 1937. La locura, la masacre, la resistencia civil, la mirada desde ambos bandos. ¿Cómo este pedazo de película pudo pasar desapercibido en nuestro país? También en DVD, las grandiosas Mongol de Sergei Bodrov y Katyn de Andrzej Wajda reafirman la idea de que hay que saber mirar más allá de lo que las carteleras montevideanas tienen para ofrecernos.

Publicado en Brecha el 23/12/2011

9 comentarios:

Diego Faraone dijo...

Como verán queridos amigos, opté por obviar al cine uruguayo. No fue un olvido, no se preocupen...

Joker 23 dijo...

Este año fue lamentable en lo referente al cine comercial que llegó a nuestras hediondas salas atestadas de idiotas y algún alma noble.

Hace meses que lo vengo diciendo. Y me parece que el cine comercial en general tuvo un año tristísimo.

Respecto al cine nacional, creo, no hay comparación posible entre este año y el pasado. Ninguna.

Saludos, Diego!

Joker 23 dijo...

Este año fue lamentable en lo referente al cine comercial que llegó a nuestras hediondas salas atestadas de idiotas y algún alma noble.

Hace meses que lo vengo diciendo. Y me parece que el cine comercial en general tuvo un año tristísimo.

Respecto al cine nacional, creo, no hay comparación posible entre este año y el pasado. Ninguna.

Saludos, Diego!

Diego Faraone dijo...

Joker! Síp, el cine comercial de este año no merece ni tres líneas. Ojalá aparezca algo decente este año venidero.

En cuanto al cine nacional, yo vi dos buenas pelis, pero las vi en preestreno y las dos se estrenan este año próximo. Una es la notable Flacas Vacas de Santiago Svirsky (no la dejes pasar bajo ningún concepto) y la otra El casamiento de Aldo Garay, que si bien no me fanatiza, es más que digna y viene cosechando premios en festivales como pocas.

En fin, que ya se vienen tiempos mejores! Un abrazo.

Juan dijo...

Muy buen resumen. Raramente comento pero siempre es un gusto leerte, me gusta mucho tu blog. Un saludo.

Anónimo dijo...

Faraone, ¿que onda 5 centimetros por segundo, de Shinkai?
Ví "voces de una estrella distante" y me maravilló el arte, pero leyendo por ahí una reseña de "5 centímetros" me pregunto si este hombre/orquesta que es Shinkai no redundará demasiado en el drama.

Equinox Fin de Semana dijo...

Impresionante nanking, costo ubicarla pero valió la pena...gracias por el dato

Diego Faraone dijo...

Michel, te diría que la veas, porque si empezamos a filtrar lo dramático, tenemos que borrar la mitad -quizá la mejor de las mitades- de la historia del cine. Arriba Shinkai!

Bocha: hace un tiempo escribí un poco sobre ese películón, mirá el artículo si tenés tiempo:

http://denmeceluloide.blogspot.com/2010/01/ciudad-de-vida-y-muerte-nanjing-nanjing.html

Abrazo a ambos!

Equinox Fin de Semana dijo...

Levanto la nota para el semanario, sensacional!!