Apesta
En
reseñas de esta película, aparece como constante la típica
afirmación de que va a ser disfrutable para los amantes del género
(musical), pero que no es recomendable para quienes no gustan de
estos espectáculos. Como si los géneros fuesen exclusivos de un
tipo de público y no existiese ninguna particularidad en las
películas que pudiesen llevarlas a trascender esos círculos y
llegar a otras personas. Si desde el vamos la afirmación no es
demasiado feliz, tampoco lo es su primera premisa, precisamente
porque los que gustan y conocen el género difícilmente encuentren
aquí características que los convenzan.
Está
claro que la apuesta era arriesgada, y que llevarla a la práctica
suponía exponerse a un equilibrio precario que podía suponer el
naufragio. El texto original de Victor Hugo es profundamente
dramático, y dar con el tono apropiado, en un musical operístico en
el que prácticamente todos los diálogos están cantados (sí, como
en Don Giovanni
o Los paraguas de Cherburgo)
requiere de una destreza técnica mayúscula, lograr un ritmo
estimulante y personajes que permitan una identificación. Y el
director Tom Hooper (autor de la celebrada El
discurso del rey) fracasa rotundamente
en los tres puntos.
Que
Hooper no tiene la experiencia necesaria para filmar una película de
estas características queda bien claro en las escenas más dinámicas
y en las de transición entre piezas musicales. El frenético montaje
impide que una toma dure más de dos o tres segundos, agolpando sin
descanso una sucesión ininterrumpida y a veces caótica de imágenes
que denota inseguridad, y que se encuentra a siglos luz de las
escenas claras, fluidas y estimulantes que pueden lograr los tipos
que realmente saben narrar con imágenes y acciones, como Spielberg,
Scorsese o Tarantino –por nombrar solo a tres-. A esto se le agrega
una molesta incoherencia idiomática, ¿por qué cuernos una historia
enteramente francesa, ambientada en Francia, con personajes llamados
Jean Valjean, Javert y Fantine y a la que incluso se le mantuvo su título en francés tiene que estar hablada en inglés? La
obra musical original de Claude-Michel Schönberg estaba en francés,
y bien podían haberse tomado de allí las canciones, pero no, se
prefirió la adaptación inglesa seguramente porque, como debe
recordarse, a la Academia no le caen bien los idiomas
extranjeros.
La
película es profundamente arrítmica porque cae
en pozos musicales de interés prácticamente nulo, -cuando el joven
Marius cuenta de su enamoramiento a sus amigos rebeldes, o cuando
Éponine se lamenta por su amor no correspondido-; se le da demasiado
espacio al trillado triángulo amoroso entorpeciendo el devenir de
los hechos. Todo lo nombrado afecta profundamente lo que aquí falta
y hay en los grandes musicales: espontaneidad. Hay una impronta
constante de cuadro armado, los semblantes son serios, los silencios
solemnes, las poses impostadas. Esta ausencia de asideros terrenales
es lo que impide la identificación con los personajes. Para colmo,
Russell Crowe canta horrible y Hugh Jackman no está mucho mejor.
Claro que de a ratos el texto transmite su fuerza, que Anne Hathaway
está bien en todo sentido, que los niños son los mejores
intérpretes y que los secundarios de Sasha Baron Cohen y Helena
Bonham Carter dan un contrapunto humorístico el poco rato que
aparecen. Pero claro está que no son méritos de Hooper.
Publicado en Brecha el 8/2/2013.
5 comentarios:
Me reconforta esta crítica, porque a última hora decidí no ir a verla en el cine y la dejé pasar, en parte porque Hooper me pareció sobrevalorado con la última y en parte porque, de repente, recordé que ese musical, del que vi una puesta en escena a medias, me pareció musicalmente bastante soso.
Esperaremos a que salga en dvd..
Un abrazo.
Bueno Josep, no puedo opinar del musical original porque no he tenido el gusto. Hay un par de temas muy bonitos, sobre todo el que canta Anne Hathaway entre lágrimas, "I dreamed a dream", pero en fin, en la película sobran como seis... Bueno, desde acá te exhorto a que dediques tu valioso tiempo a pelis de verdad, como Amour, Life of Pi o Cosmopolis. Va un gran abrazo!!!
no comparto para nada el comentario del blog....VAYAN A VERLA y saquen sus conclusiones...NO SE DEJEN INFLUENCIAR POR NADIE....es una obra digna de verse ¡¡¡
Berto! Gracias por la alerta, pero te aviso que los lectores de este blog ya tienen una conciencia crítica armada y definida, y que no se van a dejarse influenciar fácilmente. Claro que sí, como tú exhorto a todos a ver la película y sacar conclusiones propias. Saludos!
La tengo en mi lista de "No ver aunque me paguen por ir y me inviten a cenar"
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