Números redondos: diez años de DenmeN Celuloide, 30 posts de "mejores películas", 300 mejores películas recomendadas en todo este tiempo y un poquito más de 500 reseñas publicadas. Pero lo más llamativo es que, en estos últimos dos meses, vengo publicando dos selecciones de diez mejores películas. Es que hace tiempo que estaba omiso, y correspondía irme poniendo al día.
-In This Corner of the World (Sunao Katabuchi, Japón).
El cierre temporal de los estudios Ghibli no fue el fin del mundo ni mucho menos, porque en estos últimos años el animé estuvo más vivo que nunca. Esta maravilla fue concebida por un realizador que trabajó junto a Hayao Miyazaki, luego en el increíble Studio 4º C y más adelante en Madhouse. En otras palabras, hizo una carrera junto a los mejores, y esta es la prueba de que aprendió la lección y se llevó lo mejor de cada uno. Impresiona en cada segundo la increíble adaptación de época, la capacidad para el detalle, y, sobre todo, la forma de capturar el espíritu imperante en el pueblo japonés durante la Segunda Guerra. Insuperable de verdad.
-Zama (Lucrecia Martel, Argentina y otros países).
¿Y qué decir del esperadísimo último opus de la "sacralizada" Lucrecia Martel? Seguramente nada ni remotamente justo en tan pocas líneas, pero adelantamos que Zama es una experiencia inmersiva, alucinante e incomparable con nada que se haya filmado hasta hoy. El mundo colonial presentado por Martel es hostil, agreste, sucio, transpirado y piojoso, y en él conviven aristócratas pretenciosos con esclavos e indios que los miran con auténtico resentimiento. Entre todos ellos, Diego de Zama, funcionario de la corona, espera a ser removido de su incómodo puesto de frontera para ser finalmente trasladado a Buenos Aires. Pero en realidad su "espera" será un viaje de sacrificio y adaptación.
-God's Own Country (Francis Lee, Reino Unido).
Un muchacho ganadero vive malhumorado, trabajando a desgano en la granja de su familia, de borrachera en borrachera y teniendo sexo casual y atropellado. Pero la producción agraria familiar se encuentra en decadencia en Inglaterra (como en el resto del mundo), y su estabilidad es crítica. Que esté Call Me by Your Name nominada al Oscar y no esta maravilla es un atropello a la razón y al buen cine. Pero claro, acá tenemos mucha incorrección política, sexo casi explícito, crudeza rural, una problemática estructural y personajes que no son ni intelectuales, ni bellos, ni ricos. Todo bien con Call Me by... pero, por donde se la vea, esta película le gana por goleada.
-Little Wing (Selma Vilhunen, Finlandia, Dinamarca).
Casi por azar di con esta pequeña maravilla. Varpu, una adolescente de 12 años que ya está bastante acostumbrada a tolerar los insultos de su grupo de pares y de su propia madre, encuentra un alivio en su caballo, con el que practica deportes ecuestres. Varpu apenas emite monosílabos (la mayoría de sus líneas son "sí" o "no") pero cuando un compañero le enseña a conducir un auto, ella decide robar uno y salir a la búsqueda de su padre desaparecido. Despojado de sensiblerías, el abordaje austero va volviéndose cálido, crecientemente emotivo, muy en la línea de Los cuatrocientos golpes.
-L'économie du couple (Joaquim Lafosse, Francia / Bélgica).
Las divorcios han sido materia de un buen puñado de películas grandiosas: Sin anestesia, Una pareja perfecta, y La separación, entre otras. Por razones económicas, Marie y Boris deben vivir juntos aunque ya no se quieran. Él no tiene un trabajo estable y ella vive con números rojos, pero deben continuar compartiendo piso, en la casa que él construyó y que ella pagó. Desconfianzas, culpas, acuerdos y estrategias para dividirse el tiempo con las hijas, partición de bienes y alimentos generan un impasse irrespirable. No es recomendable para aquellos a los que la situación pueda removerles recuerdos traumáticos; es difícil encontrarse con un cine capaz de recrearlos con tanta precisión.
-Victoria (Justine Triet, Francia).
Esta es lo que considero una película feminista de verdad, en el sentido de que, lejos de victimizar o idealizar a su protagonista, la muestra de una pieza, con sus contradicciones, problemas, alegrías y proezas. Pero además se trata de un relato muy políticamente incorrecto, que aborda dos casos judiciales desde perspectivas impensables, asumiendo la defensa del (supuesto) agresor en uno de abuso sexual y la parte denunciante en uno de libertad de expresión. En Uruguay algún genio mercader decidió intitularla "Victoria y el sexo", y eso que justamente el sexo es prácticamente una carencia en la vida de Victoria.
-Mister Universo (Tizza Covi, Rainer Frimmel, Italia / Austria).
Que los circos son micromundos en crisis y en decadencia no es novedad para nadie, pero allí están y siguen conviviendo personajes increíbles, portadores de tradiciones ancestrales heredadas de generación en generación. Entre ellos, un joven domador de fieras comienza a vivir una racha de mala suerte, según cree, debido a que fue robado su talismán: una barra de hierro que Mister Universo dobló cuando él era niño. Para obtener otra similar, debe embarcarse en un viaje en el que se encontrará con familiares variopintos y otros colegas circenses.
-Cuatreros (Albertina Carri, Argentina).
Tuve la suerte de entrevistar a la gran Albertina Carri recientemente, una de las auténticas transgresoras del panorama argentino. Esta película es insólita: una suerte de collage donde la vida personal de la directora se entremezcla con su investigación histórica, con su padre desaparecido, con las pistas de Isidro Velázquez, último gauchillo alzado, con cintas perdidas y escondidas en los confines más recónditos de la burocracia. Con la pantalla divida en tres, cuatro y hasta cinco partes, se agolpa un torrente de imágenes e ideas, con la voz en off de Carri que no da tregua. Cine duro, exigente, y muy poderoso.
No todos los padres son considerados, atentos y cariñosos con sus hijos. De hecho, algunos no son nada de todo esto, y además no parecerían pensar en otra cosa más que en sí mismos. Esta despiadada película nos introduce en un mundo de hedonismo, satisfacción sexual y omisión paterna, en el que el amor que es conferido a algunos es al mismo tiempo negado a otros. Por fuera de todo esto, el brillante director Zyvaginstev confronta al espectador constantemente, reflejándolo en personajes tan profundamente reprobables como reconocibles y cercanos.
-Your Name (Makoto Shinkai, Japón).
El gran Makoto Shinkai logró lo que a mi parecer es el punto más alto de su carrera. Y sí, acá tenemos más de esos paisajes coloridos y brutales, del perfeccionismo técnico y el existencialismo nostálgico que son constantes en su obra. Pero en este caso, además, la premisa es especialmente atractiva: un chico y una chica que viven en diferentes localidades amanecen intercambiados, uno en el cuerpo del otro y viceversa, generando así situaciones hilarantes y notables contrastes entre la vida en ciudad y en campaña. La emoción y el encanto se imponen, ineludibles.
3 comentarios:
No veo mucho cine, pero gracias por la información. De lo contrario estas películas pasarían desapercibidas.
Muchas gracias por comentar, Mario, es la idea: acercan un cine que no goza de la difusión masiva del mainstream. Saludos!
Publicar un comentario