Bueno, aquí se cumplen ¡200! mejores películas recomendadas en esta sección de este bendito blog. Debo admitir que esta entrada no ha sido la más contundente de las publicadas, pero bueno, creo que estas últimas diez pelis valen todas la pena. Lo bueno es que las que no están disponibles, lo estarán en muy poco tiempo. Hay para elegir: drama, acción, documental, comedia negra, animación, películas para adultos, para adolescentes pelotudos, para veteranos con regresiones severas. Aprovechen, que el mundo se termina ahora, en el 2013.
Las
disciplinas religiosas encierrar e inhabilitan salidas, asfixian
hasta la locura, destapan dimensiones impensadas. Los que hayan visto
4 meses, 3 semanas, 2 días,
sabrán a qué me refiero si digo que Mungiu deja, con esta película,
al espectador paralizado y en pánico durante los 150 minutos que
dura; nadie puede negar del poder estilístico de Rumania. Dos amigas
que crecieron juntas en el mismo convento viven ahora separadas, pero
las une un pasado lésbico. Una de ellas le ruega a la otra que
abandone la aldea religiosa que habita y la acompañe a probar suerte
en Alemania, pero esta última ofrece resistencia.
Debe
de ser una película única en su especie. O que me corrijan si es
que existe otra centrada en la vida abrumadora de un productor de
cine independiente y en los mil y un problemas que surgen y lo
conflictúan en su cotidianeidad. El inesperado punto de inflexión a
mitad del metraje permite ver nuevas dimensiones del personaje, de su
familia, de su entorno laboral. Atención a la joven cineasta Mia
Hansen Love, tan alejada de los devaneos y las pretensiones de la
insufrible intelectualidad francesa.
Es
curioso. Una historia sencilla, clásica y mas bien convencional
puede ser algo súper contundente y emotivo si está bien tratado.
Hay algo de universal en esta anécdota de clanes de vikingos rudos,
en el conflicto madre-hija, en la ingrata transformación generada
como efecto de un arrebato pulsional. Mientras Dreamworks sigue
empecinado en el guiño pop y la catarata desigual de chistes y gags,
Pixar confirma su reinado apostando a guiones sólidos, a personajes,
a la profusión de detalles que enriquecen las tramas.
Un
adolescente indio pluri-religioso pierde a su familia en un naufragio
y queda varado en pleno Océano Pacífico, en un bote con algunas
provisiones, pero acompañado nada menos que de un tigre, una hiena,
un orangután y una cebra. Si bien la anécdota puede parecer una
ridiculez, es increíble la capacidad de persuasión del director
chino para convencer con esta historia y transmitirla de forma
realista. El abordaje alcanza puntos de tensión inconcebibles, y
está logrado con una composición visual y sonora deslumbrante.
Argo de
Ben Affleck (Estados Unidos)
La verdad es que
cuando desde norteamérica se propone un tema tan complejo como el de
la toma de rehenes de 1979 en la embajada de Estados Unidos de Irán
-cuando el ascenso al poder del ayatolá Jomeini- uno tiende a pensar
lo peor. Pero aquí se lo toma poniendo el foco en un episodio oculto
e inconcebible, y desde un comienzo se expone la absoluta
responsabilidad de EEUU en el conflicto. El resultado es una película
adrenalínica, notablemente lograda; Affleck se confirma como un gran
director.
Nacho Vigalondo,
Marcel Sarmiento, Xavier Gens, Banjong Pisanthanakun, Ti West y otros
grandes directores cercanos al terror experimental son convocados
para filmar 26 cortos, 26 formas de morir, 26 letras del abecedario.
Por supuesto que el resultado es absolutamente irregular, pero qué
manera de pasarla bien y mal alternativamente. De a ratos la cosa
tiene tintes desopilantes, de a ratos francamente desagradables, de a
ratos las historias se ponen creativas y hasta geniales. Cuánta mala
leche volcada en esta grandísima hijoputez.
Una docu-ficción
recreada por los mismos personajes involucrados. En un pueblo de
Durazno, en el interior del Uruguay, la sede de un antiguo club de
fútbol deviene en prostíbulo de travestis. Herido en su orgullo, un
viejo patriarca decide juntar firmas de los vecinos para echar de una
vez "a todos esos putos". Finalmente, el club es convertido
en una iglesia católica. Todo este devenir es narrado con pulso
notable y un humor muy particular. Un abordaje inteligente y
entrañable permite comprender todas las partes involucradas en el
conflicto.
Aaltra de
Gustave de Kervern, Benoît Delépine (Bélgica, Francia)
Dos vecinos llevan
una vida profundamente desgraciada, y se odian. En un arrebato de
ira, uno decide ir a estrangular al otro, pero por una mala jugarreta
del destino ambos quedan accidentalmente paralíticos de por vida.
Una comedia negrísima, de esas que cuestionan todo y ponen a prueba
al espectador. Para mí fue, además, el descubrimiento de los
notables actores-directores De Kervern y Delépine, quienes luego de
ésta lograron -se dice- otras grandes películas. Habrá que seguir
explorando.
Un
drama épico e histórico de acción desatada. La trama empieza en el
año 1637, en un pueblo coreano cercano a la frontera que separa
China de Corea, cuando la segunda invasión de los manchúes. Nuestro
héroe es un arquero profesional que, al ser secuestrada su hermana sale a su rescate, siendo más adelante perseguido por un comando de
guerreros de elite a través del bosque, al estilo Apocalypto.
Una aventura de esas que no paran nunca, y que respiran libertad y
cine a través de todos sus fotogramas.
El
mejor y más claro heredero de Sallinger despliega otra pieza
pequeña, entrañable y con un reparto de viejos amigos. Si Bill
Murray, Frances Mc Dormand, Bruce Willis, Edward Norton, Harvey
Keitel y Tilda Swinton ya son una buena excusa para ver esta peli,
también lo es este cuadro de familias disfuncionales y excéntricas,
de amor clandestino, de solidaridad emergente en un entorno de apatías rasantes. Sigo quedándome con Los excéntricos Tenenbaum
y El fantástico Sr.
Zorro, pero esto está muy
bien.
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