Otro plato
Nada menos que cincuenta años se cumplieron desde la primera película de James Bond, El satánico Dr. No,
y su conmemoración debía hacerse con una obra a la altura de una saga
que significa un orgullo para la potencia inglesa. El paladín de los
servicios secretos británicos que se abre paso con impunidad y a los
tiros en un plano internacional, persiguiendo maleantes de diverso tipo y
calaña nunca dejó de tener un peso simbólico considerable para un país
que se esfuerza en mantenerse presente. Pero los tiempos y las
sensibilidades cambian, y también las formas de mostrarse al mundo. Como
Jason Bourne supuso un cambio importante en la percepción del agente
internacional de elite, un agente del MI6 debe de justificarse a sí
mismo –esta película no para de hacerlo- y además no podía quedar en
desventaja comparado con uno entrenado por la CIA. Esta última
imposición requería de un aggiornamiento forzado, y es todo un síntoma
que los recambios de James Bonds duren cada vez menos. Está claro que se
necesita un actor a la altura, cuarentón, buenmozo, carismático y en
buen estado físico. Pero el margen para reunir estos requisitos y que,
encima, logre proezas atléticas a lo Bourne, es muy acotado. Si Sean
Connery y Roger Moore, los Bonds más activos, duraron en su papel
respectivamente veintiún y doce años, el penúltimo, Pierce Brosnan, lo
haría tan solo por siete, y hoy Daniel Craig parecería al borde del
retiro luego de seis años y tres extenuantes rodajes.
La apuesta al director Sam Mendes (Belleza americana, Solo un sueño) pareció apuntar a una firma oscarizada y de renombre, y al envoltorio estilizado, tan del cine british. Es
así que las escenas son pulcras, la acción es vistosa, la secuencia de
créditos inicial de tan bien diseñada da gusto, y los primeros tramos de
acción aferran al espectador con fuerza y convicción. La persecución
inicial, con Bond en moto a través de los techos de las calles de una
feria en Estambul (!), en montaje paralelo a otra agente recibiendo
instrucciones y siguiendo la persecución lateralmente dan mucho y
prometen aún más. El interés no decae en las dos horas y media que dura
el metraje, hay adquisiciones que caminan muy bien y que suponen otro
reinicio a la saga –Naomie Harris como la nueva Moneypenny, Ralph
Fiennes, y sobre todo Ben Whishaw, un Q hacker muy post-Millenium-
y adquiere protagonismo Judi Dench, quizá la mejor M que se haya visto.
Javier Bardem logra un villano impagable, -que como señala el crítico
argentino Diego Lerer parece extraído de una película de Almodóvar- que
se presenta con un notable y desagradable monólogo sobre ratas e impone
acercamientos homosexuales que parecieran perturbar más a Bond que
cualquier tortura física.
Pero
la película pareciera redondear todos los vicios del cine británico.
Las escenas de acción, aunque cumplen con la cuota de espectacularidad
necesaria, no se desenvuelven con imaginación. Digamos que está bien la
idea de las motos por los techos, pero los grandes cineastas de acción
(Steven Spielberg, Brad Bird) logran imprimir una creatividad extra que
llevan las situaciones a un vértigo insospechado. El enfrentamiento
final no dignifica la muerte de un villano tan esforzado y deja con
ganas de resurrección. Como la mayoría de las películas inglesas, Operación Skyfall es formalmente bella y atractiva a priori, pero mantiene a la espera de un vuelo audiovisual que finalmente no llega.
Publicado en Brecha el 9/11/2012
2 comentarios:
Hola Diego, te voy a dar un poco la contra; tecnicamente tu comentario es cierto, la pelicula adolece de algunas carencias y fallas, pero es una pelicula homenaje que quizas mi generacion, que vio Dr No con 15 años disfrute mas y entienda mas; es un heroe al borde del agotamiento; un heroe, o un personaje cansado, contradictorio y tratando de no ser barrido por el tiempo, y de ahi que este James Bond con Daniel Craig-el mejor Bond- sea mas oscuro, mas contradictorio pero mas atractivo para quienes tenemos la edad que tenemos ahora. Somos nosotros tratando de mantenernos vigentes y luchando una batalla contra el tiempo que esta perdida de antemano, lo que es natural; pero aun sabiendo eso, seguimos adelante con mas esfuerzo, tratando de seguir vivos, como James Bond, cronologicamente imposible lo hace. Me gustó la pelicula, Bardem impagable, y el final que es un reseteo al principio, de lo mejor, te mando un abrazo Bocha
Hola Diego, te voy a dar un poco la contra; tecnicamente tu comentario es cierto, la pelicula adolece de algunas carencias y fallas, pero es una pelicula homenaje que quizas mi generacion, que vio Dr No con 15 años disfrute mas y entienda mas; es un heroe al borde del agotamiento; un heroe, o un personaje cansado, contradictorio y tratando de no ser barrido por el tiempo, y de ahi que este James Bond con Daniel Craig-el mejor Bond- sea mas oscuro, mas contradictorio pero mas atractivo para quienes tenemos la edad que tenemos ahora. Somos nosotros tratando de mantenernos vigentes y luchando una batalla contra el tiempo que esta perdida de antemano, lo que es natural; pero aun sabiendo eso, seguimos adelante con mas esfuerzo, tratando de seguir vivos, como James Bond, cronologicamente imposible lo hace. Me gustó la pelicula, Bardem impagable, y el final que es un reseteo al principio, de lo mejor, te mando un abrazo Bocha
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