Disney
en ascenso
Hacer
un
reporte
de
las
últimas
novedades
en
cuanto
a
los
gigantes
de
la
animación
se
está
pareciendo
cada
vez
más
a
redactar
una
crónica
deportiva.
Que
Pixar
anotó
con
Valiente,
que
Dreamworks
hace
un
buen
rato
que
no
juega
un
buen
partido,
que
a
veces
surgen
empresas
de
animación
de
las
que
apenas
sabíamos
algo
y
que
relucen
con
jugadas
espectaculares –Laika
con
Paranorman,
Industrial
Light
&
Magic
con
Rango–.
En
este
tren
de
crónica
informativa,
conviene
llamar
la
atención
sobre
la
constancia
y
la
altura
con
la
que
Disney
viene
jugando
últimamente.
Si
La
princesa
y
el
sapo
ya
superaba
la
media
de
la
animación
infantil,
Enredados
lo
hacía
por
varias
cabezas,
y
esta
Ralph
el
demoledor
probablemente
sea
la
mejor
película
que
Disney
(sin
Pixar)
haya
logrado
en
décadas.
Si
hoy
conviene
encumbrar
a
dos
empresas
de
animación
estadounidenses,
éstas
serían
Pixar
y
Disney
en
ese
orden,
quedando
relegada
Dreamworks
a
un –inestable–
tercer
lugar.
El
gran
John
Lasseter –director
de
la
trilogía
Toy
Story–
apadrina
aquí
desde
la
producción,
y
su
influencia
es
notoria.
Como
en
la
mayoría
de
las
películas
de
Pixar,
nos
encontramos
con
un
universo
fantástico
paralelo
y,
en
cierto
modo,
subordinado
al
nuestro.
Ralph
es
el
villano
de
un
videojuego
de
antaño
a
quien
desde
hace
décadas
le
fue
adjudicada
la
misma
rutina:
esperar
la
llegada
de
un
jugador
y
su
moneda
-en
Uruguay
jugábamos
con
fichas-,
demoler
un
edificio
y
hostigar
al
héroe
Félix
el
reparador.
Pero
está
harto
de
que
este
último
se
lleve
todo
el
reconocimiento,
de
ser
excluido
y
discriminado
por
sus
colegas
de
videojuego.
Por
las
noches,
la
casa
de
juegos
electrónicos
cierra,
los
personajes
descansan
y,
a
través
de
los
cables
de
la
electricidad
confluyen
en
una
central
en
la
que
interactúan,
conversan,
se
desahogan.
El
problema
surge
cuando,
colmada
su
paciencia,
Ralph
decide
irse
temporalmente
a
otro
videojuego
para
obtener
una
medalla
y
demostrarle
a
sus
pares
que
él
es
capaz
de
grandes
cosas.
Con
esta
acción
rebelde,
casi
infantil,
Ralph
amenaza
el
orden
establecido,
poniendo
en
riesgo
a
los
suyos
y
a
personajes
de
videojuegos
aledaños.
La
construcción
de
la
anécdota
es
notable;
al
mismo
tiempo
que
termina
de
presentarse
un
micromundo
comienza
a
introducirse
uno
nuevo;
el
personaje
cambia
varias
veces
de
juego,
a
cada
cual
más
llamativo.
Una
instancia
viril,
de
robots
armados
destruyendo
millares
de
insectos
gigantes
se
alterna
con
uno
de
carreras
en
un
universo
chillón,
de
golosinas
multicoloridas.
Los
personajes
son
sumamente
entrañables –especialmente
el
mismo
Ralph,
así
como
Vanellope,
otra
marginada
que
encuentra
por
su
camino
y
con
la
que
conforma
una
pareja
dispareja
bellísima–
y
el
villano
es
brillante,
de
gran
parecido
con
Lotso,
el
oso
resentido
de
Toy
Story
3,
uno
de
esos
tipos
aparentemente
amables
y
conciliadores
que
esconden
dimensiones
terribles.
A
nivel
alegórico,
hay
mucho
en
lo
que
pensar
a
partir
de
este
universo
de
reglas
aparentemente
rígidas
e
inviolables,
y
de
amenazas
de
colapso
universal
para
el
que
se
atreva
a
romperlas.
Por
fortuna
la
película
nos
enseña
que
estas
normas
no
son
tan
inviolables,
que
no
hay
tanto
drama
en
atravesarlas,
y
que
a
veces
hacerlo
se
vuelve
estrictamente
necesario.
Publicado en Brecha el 4/1/2013
4 comentarios:
Tarea jodida la del 2013 en el rubro animación si pretende superar a esta, ParaNorman y Frankenweenie. Supongo que también podemos sumar a Brave, pero las otras tres tienen más personalidad.
Saludo.
Hola Mge, gracias por comentar! Yo creo que viene brava la competencia (son todas buenas), pero mi favorita es Ralph, aunque debo decirte que sí, colocaría a Valiente como segunda (me emocionó mucho) y luego a ParaNorman.
Va un abrazo!
Rich Moore crece exponencialmente, y lo demostró con Zootopia, que es una excelente producción. Una de mis películas preferidas sin duda es Zootopia, la historia es realmente increíble y nos deja una lección, “Tu puedes ser lo que quieras”, Judy Hopps nos enseña a luchar hasta alcanzar ese sueño que tienes con todo el corazón. Además de que tiene muchísimos valores que enseñarnos, el coraje, valor, confianza, amistad, etc. Es una película no solamente para niños, pues todos podemos aprender de lo que nos enseña.
Valeria, gracias por comentar, y por entrar a este artículo que ya tiene unos cuantos años de publicado. La verdad que sí, Zootopia es una condenada maravilla. El hombre se está imponiendo como uno de los más grandes de la animación estadounidense actual...
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